Jornadas de Arqueología se adentran en el pasado medieval de la aldea fortificada de Peñaflor (Ciuda

Las VII Jornadas de Arqueología se adentran en el pasado medieval de la aldea fortificada de Peñaflor.

El conocimiento de este yacimiento, situado en el cerro de El Castillón, es clave para comprender la Historia de la Reconquista y la Repoblación cristiana en Castilla-La Mancha.

El alcalde de Villanueva de los Infantes, Gabino Marco, ha realizado una visita al enclave para conocer de primera mano los trabajos que se están desarrollando.


Las VII Jornadas de Arqueología de Villanueva de los Infantes (Ciudad Real), organizadas por el Proyecto Arqueológico 'Entorno Jamila' (PAEJ) y el Ayuntamiento de la localidad, se centran este año en la necrópolis de Peñaflor, un enclave medieval fortificado situado en el cerro conocido como El Castillón.

En las Jornadas participan 9 arqueólogos, entre doctores, licenciados y estudiantes de las universidades de Castilla-La Mancha, Complutense y Alcalá de Henares. La dirección de la campaña está encabezada por Pedro R. Moya Maleno, director del PAEJ, y por Daniel Hernández Palomino, arqueólogo manchego vinculado al Proyecto desde hace un lustro.

Gracias al apoyo del Ayuntamiento, las Jornadas de Arqueología de Villanueva de los Infantes se han convertido en una verdadera escuela de arqueología y restauración, en la que la formación de los participantes es tan importante como la intervención en los yacimientos. En este sentido, el alcalde de la localidad, Gabino Marco, ha realizado una visita al yacimiento de Peñaflor para conocer de primera mano los trabajos que se están desarrollando.

La excavación de este año cuenta, además, con la colaboración de la Diputación Provincial, la Fundación José María de Jaime, el bar Candil I y Caja Rural Castilla-La Mancha.

El objetivo de la campaña es rescatar los restos óseos más expuestos a la erosión para evitar daños irreparables, nueve años después de la primera intervención arqueológica en el lugar. El Castillón es un espacio de alto valor arqueológico, ya que en él se documentan ocupaciones y distintos usos desde el Calcolítico (2.500 a.C. aproximadamente) hasta la Edad Media.

Los orígenes de Peñaflor se remontan al siglo XII-XIII, cuando los avances de la Reconquista facilitaban la Repoblación cristiana en el Campo de Montiel. Tras su abandono, la aldea no fue reocupada ni alterada por construcciones posteriores, y su estudio es clave para comprender este período histórico en Castilla-La Mancha.

Gracias a la intervención, los arqueólogos están profundizando en el conocimiento de una pequeña comunidad medieval cristiana cuyo día a día, encaramados en una meseta fortificada, transcurría en un territorio fronterizo e inestable y expuesta a los ataques enemigos. El análisis de los huesos recuperados brindará a los expertos una oportunidad sin igual para saber a qué edad morían, qué enfermedades sufrían, qué dieta seguían y hasta qué formas y ritos de enterramiento practicaba una reducida población medieval de Repoblación, toda una novedad para la Ciencia.

COMUNICACIÓN Y DIVULGACIÓN

Como viene siendo habitual desde su primera edición, las Jornadas de Arqueología han impulsado diversas actuaciones de comunicación y divulgación para acercar el valor de Patrimonio Histórico a los ciudadanos.

Así, en la jornada de puertas abiertas celebrada el pasado 27 de julio, una veintena de visitantes conocieron de primera mano el yacimiento y el trabajo arqueológico que se desarrolla en el mismo. El equipo de la campaña les trasladó la gran importancia de El Castillón, uno de los lugares de donde pudieron proceder los primeros pobladores de Villanueva de los Infantes (La Moraleja).

Durante la visita también se accedió a la meseta superior del cerro, desde donde se domina visualmente todo el valle del río Jabalón y la antigua vía romana que unía Laminium (Alhambra) con la Alta Andalucía. Asimismo, los participantes observaron con interés los restos del aljibe de la aldea medieval y un curioso sistema de piletas que podría haber servido para recoger el agua de lluvia y conducirla hacia dicho aljibe.

Por su parte, la sede de la Fundación José María de Jaime acogió el 1 de agosto una charla de los arqueólogos directores sobre la necrópolis medieval de Peñaflor y los resultados preliminares de la presente campaña. Dicha conferencia fue retransmitida en directo por internet y será posible visionarla en el canal de Youtube del PAEJ.

EL PROYECTO ARQUEOLÓGICO 'ENTORNO JAMILA'

Las VII Jornadas de Arqueología de Villanueva de los Infantes se enmarcan en el Proyecto Arqueológico 'Entorno Jamila' (PAEJ), que el arqueólogo Pedro R. Moya Maleno viene desarrollando para fomentar el conocimiento y recuperación del entorno histórico de la localidad, especialmente en el valle del río Jabalón.

A través de la recuperación y puesta en valor del edificio columnado de Jamila, el puente de Triviño y la necrópolis de Peñaflor, tanto el PAEJ como el Ayuntamiento de Villanueva de los Infantes se proponen alcanzar un mayor conocimiento de la construcción y adecuarla para la visita pública. En este sentido, el Ayuntamiento pretende generar un polo de replica breitling atracción turística en torno a los yacimientos arqueológicos del río Jabalón, en lo que supondría la génesis de una valiosa Área Arqueológica capaz de ofrecer una oferta de ocio cultural de calidad complementaria al Conjunto Histórico-Artístico urbano de Villanueva de los Infantes.

El PAEJ nació en los años 80 del siglo XX a instancias del arqueólogo Juan José Espadas Pavón, quien inició las excavaciones del yacimiento calcolítico-medieval de El Castillón (III-II milenio a.C. y siglo XIV) con la finalidad de investigar y poner en valor el patrimonio histórico de la vega del río Jabalón a su paso por Villanueva de los Infantes. Entre 1997 y 1999 se intervino en Jamila, cuyo edificio columnado volvió a ver la luz y dio nombre al Proyecto Arqueológico por tratarse de una estructura singular.

En los últimos años se han desarrollado dos grandes campañas de excavaciones en el puente de Triviño (2000 y 2001), siete campos de trabajo (2005-2011) y un Laboratorio de Arqueología (2012), ya bajo la dirección de Pedro R. Moya Maleno, contribuyendo a su integración en el rico patrimonio monumental de Villanueva de los Infantes.