Arqueología y urbanismo (Sevilla)

La apertura de la cripta del ICAS y la difusión de la colección de libros de Urbanismo serían buenos pasos para divulgar el patrimonio arqueológico.

EL Ayuntamiento ha hecho pública su intención de aprobar un convenio de colaboración entre la Gerencia de Urbanismo y el ICAS para la elaboración de un Inventario Arqueológico de la ciudad. Aunque sería preferible que la colaboración entre dos áreas municipales no fuera noticia sino la práctica habitual, precisamente porque no lo es hay que saludar la noticia con alegría. Y no es casual que la colaboración con la Gerencia de Urbanismo se establezca en relación con la arqueología. Porque la Gerencia fue pionera, dentro del Ayuntamiento, no sólo en la incorporación de esta disciplina y de sus profesionales en sus obras de rehabilitación desde principios de los 80 del pasado siglo (muralla de la Macarena y el Valle, Casa de la Moneda, etcétera) sino que al final de esa década incluyó en su plantilla a un licenciado en arqueología, el único de esa especialidad en toda la amplia nómina municipal. Fundamental resultó la aportación de este arqueólogo, Oscar Ramírez Reina para, entre otros trabajos, acometer la redacción de las primeras Normas de Protección del Patrimonio Arqueológico elaboradas en nuestra comunidad autónoma: las del Plan especial de Protección de Triana que, posteriormente, han servido de guía y referencia para las de los restantes planes de Protección de nuestra ciudad y, también, de otras ciudades andaluzas. A la plantilla de Gerencia se incorporaría posteriormente la arqueóloga Mª Ángeles González Cano.

Es, según se manifiesta, voluntad municipal favorecer "la difusión y la concienciación ciudadana sobre los valores del legado arqueológico de la ciudad de Sevilla" y ello, además, rentabilizando los medios materiales y humanos de que se disponen sin costes adicionales. Compartiendo plenamente estos objetivos deseo aportar algunos datos e iniciativas en ese sentido, rentabilizando intervenciones ya ejecutadas anteriormente y que no son suficientemente conocidas por los sevillanos.

La primera de esas iniciativas sería la apertura al público de la cripta arqueológica, con piezas romanas, existente en el sótano de la propia sede del ICAS. Hagamos un poco de historia. En los años previos a la Expo, y dentro de las actuaciones previstas como sede del Pabellón de Sevilla, en torno al monasterio de San Clemente, se acometió por parte de la Gerencia de Urbanismo la expropiación del bar conocido como El Joven Costalero" inmediato al monasterio por la calle Torneo, y con el que se comunica interiormente. Si bien la obra no pudo terminarse antes del 92, posteriormente se completó su rehabilitación y hoy es la sede del ICAS. En su sótano, que en realidad no es sino una estancia de la planta baja del convento, se instalaron unas piezas arqueológicas de origen romano, rescatadas y restauradas por la Gerencia y cuyo destino final habría de ser el entonces previsto Museo de la Ciudad. Una de ellas es un mosaico romano, de grandes dimensiones, hallado en la calle San Luis. El otro elemento es un pequeño enterramiento (qupa) de la misma época, completo y en muy buenas condiciones. La cripta se acondicionó para zona expositiva, completándola incluso con paneles explicativos. Creo que, fácilmente, podría abrirse al público, permitiendo su visita como un complemento histórico de las exposiciones que, habitualmente alberga el edificio.

La otra sugerencia es relativa a la difusión de publicaciones o guías relacionadas con la arqueología sevillana. Durante los últimos 25 años la Gerencia ha editado un cierto número de publicaciones sobre el patrimonio histórico artístico de la ciudad, con especial atención al arqueológico. La carencia de unos adecuados cauces de comercialización, la desconexión con el servicio de publicaciones municipal y, cómo no, los vaivenes políticos, han enviado a buena parte de los volúmenes editados a un almacén, creo, de Torreblanca. Entre otros títulos (El Conjunto Histórico de Sevilla, La Casa de las Sirenas, Rehabilitación Singular I y II,etc.) quiero destacar dos de temática estrictamente arqueológica: Arqueología Urbana en Sevilla: 1944-1990 y El último siglo de la Sevilla Islámica: 1147-1248.

El primero de ellos, elaborado por los arqueólogos Ramírez Reina y Vargas Jiménez, abarca detalladamente las 77 intervenciones arqueológicas llevadas a cabo en nuestra ciudad a lo largo de los 46 años del periodo estudiado. Un estudio único e imprescindible para conocer la evolución de nuestra historia urbana y que está demandando, primero su difusión pública y, luego, su continuación desde 1991 hasta hoy.

El otro que abarca, como su título indica, el período almohade de Sevilla reúne un total de 33 artículos de destacados especialistas en la época: Fernando Amores, Rafael Cómez, Alfonso Jiménez, Rafael Manzano, Miguel Ángel Tabales, Rafael Valencia, entre otros. Como el anterior es un libro de difícil localización, salvo en alguna biblioteca universitaria.

La apertura al público de la cripta del ICAS, el rescate de los fondos bibliográficos de Gerencia, y su incorporación al catálogo de publicaciones municipales serían unos buenos primeros pasos para la mejor difusión del patrimonio arqueológico sevillano.