El sector de la arqueología ha reducido en un 50% su trabajo

La crisis del ladrillo arrastró a las empresas, que ya no generan empleo

Las empresas de arqueología viven sus peores momentos. Su línea de flotación ha sido torpedeada principalmente por la caída del sector de la construcción. El resultado de todo ello es que las empresas de arqueología han parado en seco su actividad. Las más pequeñas ya solo están en manos de autónomos incapaces de generar empleos, mientras que las más grandes se ven obligadas a rebajar sus presupuestos de actuación para poder acceder a las escasas demandas del mercado.

Desde el comienzo de la crisis, hace ya tres años, el volumen de trabajo se ha reducido en un 50 por ciento. A esta reducción cuantitativa hay que añadirle otra cualitativa ya que el grueso de los expedientes abiertos durante el pasado año en la provincia de Pontevedra se corresponde con obras menores.

Ha descendido el tipo de obra. Los trabajos más numerosos se corresponden con obras pequeñas, muy relacionadas con la restauración o el mantenimiento de infraestructuras, pero que se traduce en presupuestos reducidos y poco tiempo de ejecución. En este sentido, la drástica reducción de la obra pública y los edificios grandes ha llevado al fin de la excavación.

El sector también se ve afectado por la negligencia de los ayuntamientos que, carentes de dinero, ni actualizan sus catálogos de patrimonio. Incluso, la gran mayoría carece de este instrumento obligado por la ley.

El resultado más evidente es que el pasado ha dejado de emerger del subsuelo con el consiguiente empobrecimiento patrimonial de la sociedad.

testimonio de tres representantes de empresas y algunos de sus logros