Barcelona reorganizará Arqueología para explicar mejor su historia

Mayor transparencia, iniciativa y divulgación, nuevos ejes tras el fiasco de La Sagrera
La excavación de la villa romana del AVE, en un principio silenciada, continuará en abril

Aquellos romanos de hace 20 siglos que tantos rastros pétreos, a veces incómodos para algunos, dejaron de su larga estancia entre el Besòs y el Llobregat, serían los primeros en celebrarlo. El nuevo gobierno de CiU en Barcelona ha decidido reorganizar la gestión del patrimonio histórico y del servicio de Arqueología. El objetivo es dar valor y explicar mejor la milenaria trayectoria de la capital. El teniente de alcalde de Cultura, Jaume Ciurana, contó ayer a los grupos municipales los ejes de su plan, entre otros, tomar la iniciativa, divulgar lo ya estudiado y explicar lo que se va encontrando, todo en un marco de transparencia.

En la trastienda estarán los buenos propósitos de los nuevos gestores políticos, pero también el fiasco comunicativo de la excavación, silenciada el pasado verano durante casi dos meses y destapada por este diario, de la villa romana de La Sagrera. Aunque aquí, merece la pena decirlo, se trata de las obras del AVE que son de competencia estatal.

Ciurana, hombre de leyes pero diplomado en Arqueología y Prehistoria Hispánica, dijo que creará tres mecanismos internos y externos para coordinar y mejorar las actuaciones: la mesa de patrimonio, integrada por técnicos de su área y de Hábitat Urbano (obras y urbanismo); el consejo asesor de arte público, reconversión del actual consejo asesor de esculturas con representantes de ambas concejalias más expertos no municipales; y, por último, el consejo de arqueología de Barcelona, cuyos integrantes supervisarán las investigaciones y orientarán a técnicos y políticos desde el mundo académico y de forma independiente.

Otras dos medidas serán reorganizar el propio servicio de Arqueología y completar la carta arqueológica de la ciudad. En el primer caso, el órgano, dividido en un equipo de intervención y otro de documentación, pasará a depender de la dirección de Patrimonio del Instituto de Cultura y dejará el Museu d'Història de Barcelona. En el segundo, y a lo largo del mandato, se revisará el inventario de los lugares donde ha habido excavaciones desde el siglo XIX al 2008. La información se podrá consultar en internet. Ciurana quiere un servicio con «fórmulas innovadoras de intervención, eficiente y activo, que vaya más allá de seguir las obras, y con iniciativa para impulsar la investigación y el conocimiento».

SEGUNDA FASE / El responsable de Cultura explicó, a raíz de una pregunta de Jordi Portabella (ERC), que las excavaciones de la villa de La Sagrera continuarán probablemente en abril, una vez que Adif haya desmontado el puente del Treball Digne (labor que iniciará en febrero) y haga los muros de contención.

Se espera hallar allí la continuación, unos 20 metros cuadrados, del mosaico que se extrajo en septiembre en la zona de la villa ya documentada y después derruida y tapada por un vial de la futura estación. La excavación podría seguir más adelante, en una tercera fase aún por concretar, en un solar privado contiguo.