La Fundación Cajamurcia colabora en la excavación del yacimiento de Libisosa

La financiación se destinará a la investigación científica de unos materiales de importación fabricados en la península Itálica

La Fundación Cajamurcia y el Ayuntamiento de Lezuza acaban de firmar un convenio de cooperación. Dicho convenio, suscrito por Luis Carlos Roldán Simón, jefe de la zona de Albacete de Cajamurcia, y la alcaldesa de Lezuza, María José Zamora Marín, con la presencia del director del Proyecto Libisosa, el catedrático de la Universidad de Alicante José Uroz Sáez, tiene como objetivo el fomento de la investigación científica en la ciudad ibero-romana de Libisosa, un extenso yacimiento arqueológico, que comienza su vida en la Edad del Bronce Final, y acoge un conjunto de estructuras urbanas y materiales correspondientes a las tres épocas más importantes de la región, la ibérica, la romana y la medieval, en las que juega un papel fundamental en la historia de España, debido a su ubicación estratégica y al control que ejerce sobre el territorio y las vías de comunicación.
El Proyecto Libisosa, que tantas repercusiones económicas y sociales está produciendo en la comarca, nació como un proyecto de investigación científica hace algunos años y se ha consolidado con el paso del tiempo, gracias al apoyo de las Instituciones públicas como la Dirección General de Cultura del Gobierno regional, la Diputación de Albacete, el Ayuntamiento de Lezuza, y la Universidad de Alicante. Sin embargo, la magnitud del yacimiento arqueológico es de tal dimensión que dichas Instituciones no pueden, por sí solas, financiar los gastos al ritmo que los exitosos hallazgos requieren.

Rápida intervención

La enorme cantidad de materiales que se exhuman en cada campaña, y la calidad de los mismos, sin parangón en Castilla-La Mancha, exigen de su tratamiento rápido y posterior estudio y publicación, así como la consolidación y puesta en valor de los monumentos, sobrepasando todo ello la capacidad de gasto de dichas Instituciones.
Por ello, la intervención de entidades privadas ha tenido en los cuatro últimos años una repercusión tan positiva, que ha permitido el avance en el tratamiento de los materiales y en la investigación científica a un estado inimaginable sin su ayuda, y que ha permitido, por ejemplo, la finalización del Museo y la publicación de algunos de los hallazgos más relevantes. Esta financiación procedente de las cajas de ahorro en ningún modo suplanta la financiación pública, sino que por el contrario pretende completar aquella, ayudar a la investigación científica en los apartados en los que la pública no puede llegar.
Siguiendo con esta línea, la Fundación Cajamurcia aporta ahora unos fondos que permitirán seguir con la investigación de unos materiales de importación excepcionales y bien conservados, de gran valor científico, fabricados en la península Itálica, que llegarían a Lezuza a través del importante puerto de Carthago Nova, ciudad con la que mantuvo una estrecha relación durante toda la Antigüedad. Se trata de unos objetos de prestigio, hechos de bronce, que arrojan luz sobre la actividad mercantil de Libisosa, el grado de desarrollo del proceso de romanización de las élites indígenas, así como de la magnitud de la influencia itálica.