Los matorrales cubren los restos del Palacio Real (Valencia)

A pesar de que se trata de unos restos arqueológicos de gran valor, los cimientos del Palacio Real en el jardín de Viveros están decorados estos días con abundantes matorrales, que amenazan incluso con tapar la traza de las paredes y patios de los viejos edificios medievales.
La mala imagen del conjunto se completa con el cierre de la caseta que debe albergar una exposición sobre la historia del palacio, residencia de los reyes valencianos hasta principios del siglo XIX, cuando fue demolido.
La excavación arqueológica se realizó con fondos del primer plan de ayudas estatales. La idea era descubrir los cimientos desde la Montanyeta de Elio hacia la marginal izquierda. Las obras sacaron a la luz nuevos datos de la configuración del palacio, con patios y zonas porticadas.
Los expertos tenían como referencia los documentos aparecidos en el Archivo Nacional de París, en una investigación dirigida por el profesor Josep Vicent Boira. Por primera vez, se conoció la imagen y planos exactos del Palacio Real, fruto del trabajo de un ingeniero militar en 1802.
Ocho años después, todos los inmuebles fueron derribados para que no sirvieran de atalaya a la artillería francesa, en la época de la Guerra de la Independencia. No obstante, algunos autores afirman que así se eliminaba también uno de los símbolos más firmes del Reino de Valencia.
De aquello quedaron los cimientos, ahora cubiertos de matorrales y sin apenas mantenimiento. Una brigada municipal se encargó de su limpieza el pasado verano, aunque ahora aparecen incluso restos de basura entre la grava, colocada para definir mejor la traza de los cimientos, acequias y pavimentos que se han podido conservar. La única información que dispone el público son unos pequeños paneles donde se describen los edificios aparecidos y las sucesivas ampliaciones del Palacio Real.