Valdivielso rescata su historia con un proyecto arqueológico en las Cabañas de los Moros (Burgos)
18/4/17 .- http://burgosconecta.es
Valdivielso rescata su historia con un proyecto arqueológico en las Cabañas de los Moros (Burgos)
El Ayuntamiento de Merindad de Valdivielso trabaja en una intervención para clarificar científicamente el origen de las Cuevas de los Moros
Los primeros indicios apuntan a un eremitorio de la Alta Edad Media, compuesto por cuatro o cinco viviendas, que nada tendría que ver con los musulmanes
Las excavaciones comenzarán en agosto y se tratará de datar históricamente el yacimiento, convirtiéndolo en un recurso turístico del valle
El Ayuntamiento de Merindad de Valdivielso arranca esta primavera un proyecto arqueológico para la recuperación de las Cabañas de los Moros, supuestos eremitorios de la Alta Edad Media cuyo estudio permitirá conocer el origen no solo de Merindad de Valdivieslo, sino también del resto de poblaciones enclavadas en el valle burgalés. La intervención pretende realizar un estudio científico de este yacimiento, del que quedan pocos restos pero que está rodeado de misterio, como todo lo que cuenta con escasa o nula documentación.
En el caso concreto de las Cabañas de los Moros, ubicadas en Arroyo, se conservan una serie de oquedades excavadas en la pared rocosa y una plataforma sobre la que en teoría se habrían asentado esas cuatro o cinco viviendas que conformarían el eremitorio medieval. Así lo explica Enrique Díes, uno de los arqueólogos participantes en el proyecto municipal, quien insiste en el objetivo principal es “saber qué son exactamente esas estructuras”, más allá de hipótesis históricas, leyendas y mitos populares.
Lo que tienen claro es que las oquedades “ni son cuevas ni son de los moros”, así que sería más correcto hablar de “cabañas”, ya que es muy posible que fueran despensas de las viviendas adosadas a la roca. De acuerdo con la información de la que disponen actualmente, fruto de prospecciones arqueológicas, el yacimiento habría contado con varias casas, con tejado de teja y muros de separación, de las cuales solo se conserva esa plataforma sobre la que se habrían ido asentadas. También marcas en la parece de los muros de separación y restos corrientes.
Hasta ahí, la información más o menos segura. Ahora, saber exactamente de qué época son esas construcciones y, sobre todo, cuál es su funcionalidad, genera más dudas. Y es precisamente lo que se quiere clarificar con el proyecto arqueológico. Lo “lógico” sería suponer que las viviendas conformarían un eremitorio de la Alta Edad Media, ya que entre los siglos VIII a IX hubo un gran movimiento eremítico en el valle de Valdivielso, fruto de un momento histórico caracterizado por la falta de poder establecido.
El Condado de Castilla todavía no se ha había constituido, los reyes de Asturias no tenían controlada la zona y los musulmanes la habían abandonado. Enrique Díes explicado que, en esta situación, los pueblos se organizaron de manera autónoma y aparecieron eremitas o ermitaños, que abandonaban sus casas para retirarse a rezar. Su existencia daba seguridad a la gente que, ante enfermedades, catástrofes meteorológicas o el miedo al enemigo, contaban con unas personas que “estaban rezando por ellos”.
Precisamente, el final del movimiento eremítico coincidió con la fundación del Monasterio de San Pedro de Tejada, en el siglo IX y del que hoy en día solo queda la iglesia del mismo nombre. Una vez creado el primer Condado de Castilla, la docena de comunidades de eremitas del valle de Valdivielso acordaron “centralizarse”, y se creó el monasterio con una treintena de religiosos. Ahora, toca confirmar la hipótesis de manera científica, con dataciones con Carbono 14 para determinar el periodo histórico al que pertenece el yacimiento y recopilación de información.
Excavaciones, en agosto
La iniciativa, impulsada por el Ayuntamiento de Merindad de Valdivielso, cuenta con una ayuda de la Diputación de Burgos de 9.400 euros. El presupuesto total ascenderá 19.400 euros, así que el Consistorio aportará los 10.000 restantes. El alcalde, Jokin Garmilla, reconoce que muchos ayuntamientos se olvidan de la arqueología, priorizando otro tipo de inversiones ante la escasez de recursos económicos. Sin embargo, en Merindad de Valdivielso son conscientes de la necesidad de recuperar el pasado, para conocimiento propio y como reclamo turístico.
El proyecto arqueológico comienza esta primavera con labores de desbroce y limpieza de los dos accesos y del yacimiento. Las excavaciones comenzarán en agosto, en los cuarenta metros cuadrados de plataforma. En septiembre se concluiría con consolidación y protección de los restos, y el Ayuntamiento se encargará de convertir las Cabañas de los Moros en un nuevo recurso turístico, uno más que sumar al proyecto Ebro Escondido, impulsado entre los municipios de Merindad de Valdivielso, Valle de Zamanzas y Valle de Manzanedo.
El Ayuntamiento de Merindad de Valdivielso trabaja en una intervención para clarificar científicamente el origen de las Cuevas de los Moros
Los primeros indicios apuntan a un eremitorio de la Alta Edad Media, compuesto por cuatro o cinco viviendas, que nada tendría que ver con los musulmanes
Las excavaciones comenzarán en agosto y se tratará de datar históricamente el yacimiento, convirtiéndolo en un recurso turístico del valle
El Ayuntamiento de Merindad de Valdivielso arranca esta primavera un proyecto arqueológico para la recuperación de las Cabañas de los Moros, supuestos eremitorios de la Alta Edad Media cuyo estudio permitirá conocer el origen no solo de Merindad de Valdivieslo, sino también del resto de poblaciones enclavadas en el valle burgalés. La intervención pretende realizar un estudio científico de este yacimiento, del que quedan pocos restos pero que está rodeado de misterio, como todo lo que cuenta con escasa o nula documentación.
En el caso concreto de las Cabañas de los Moros, ubicadas en Arroyo, se conservan una serie de oquedades excavadas en la pared rocosa y una plataforma sobre la que en teoría se habrían asentado esas cuatro o cinco viviendas que conformarían el eremitorio medieval. Así lo explica Enrique Díes, uno de los arqueólogos participantes en el proyecto municipal, quien insiste en el objetivo principal es “saber qué son exactamente esas estructuras”, más allá de hipótesis históricas, leyendas y mitos populares.
Lo que tienen claro es que las oquedades “ni son cuevas ni son de los moros”, así que sería más correcto hablar de “cabañas”, ya que es muy posible que fueran despensas de las viviendas adosadas a la roca. De acuerdo con la información de la que disponen actualmente, fruto de prospecciones arqueológicas, el yacimiento habría contado con varias casas, con tejado de teja y muros de separación, de las cuales solo se conserva esa plataforma sobre la que se habrían ido asentadas. También marcas en la parece de los muros de separación y restos corrientes.
Hasta ahí, la información más o menos segura. Ahora, saber exactamente de qué época son esas construcciones y, sobre todo, cuál es su funcionalidad, genera más dudas. Y es precisamente lo que se quiere clarificar con el proyecto arqueológico. Lo “lógico” sería suponer que las viviendas conformarían un eremitorio de la Alta Edad Media, ya que entre los siglos VIII a IX hubo un gran movimiento eremítico en el valle de Valdivielso, fruto de un momento histórico caracterizado por la falta de poder establecido.
El Condado de Castilla todavía no se ha había constituido, los reyes de Asturias no tenían controlada la zona y los musulmanes la habían abandonado. Enrique Díes explicado que, en esta situación, los pueblos se organizaron de manera autónoma y aparecieron eremitas o ermitaños, que abandonaban sus casas para retirarse a rezar. Su existencia daba seguridad a la gente que, ante enfermedades, catástrofes meteorológicas o el miedo al enemigo, contaban con unas personas que “estaban rezando por ellos”.
Precisamente, el final del movimiento eremítico coincidió con la fundación del Monasterio de San Pedro de Tejada, en el siglo IX y del que hoy en día solo queda la iglesia del mismo nombre. Una vez creado el primer Condado de Castilla, la docena de comunidades de eremitas del valle de Valdivielso acordaron “centralizarse”, y se creó el monasterio con una treintena de religiosos. Ahora, toca confirmar la hipótesis de manera científica, con dataciones con Carbono 14 para determinar el periodo histórico al que pertenece el yacimiento y recopilación de información.
Excavaciones, en agosto
La iniciativa, impulsada por el Ayuntamiento de Merindad de Valdivielso, cuenta con una ayuda de la Diputación de Burgos de 9.400 euros. El presupuesto total ascenderá 19.400 euros, así que el Consistorio aportará los 10.000 restantes. El alcalde, Jokin Garmilla, reconoce que muchos ayuntamientos se olvidan de la arqueología, priorizando otro tipo de inversiones ante la escasez de recursos económicos. Sin embargo, en Merindad de Valdivielso son conscientes de la necesidad de recuperar el pasado, para conocimiento propio y como reclamo turístico.
El proyecto arqueológico comienza esta primavera con labores de desbroce y limpieza de los dos accesos y del yacimiento. Las excavaciones comenzarán en agosto, en los cuarenta metros cuadrados de plataforma. En septiembre se concluiría con consolidación y protección de los restos, y el Ayuntamiento se encargará de convertir las Cabañas de los Moros en un nuevo recurso turístico, uno más que sumar al proyecto Ebro Escondido, impulsado entre los municipios de Merindad de Valdivielso, Valle de Zamanzas y Valle de Manzanedo.
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