La necrópolis de Las Eras de Peñarrubia emerge por la sequía (Málaga)

La necrópolis de Las Eras de Peñarrubia emerge por la sequía (Málaga)

Es uno de los tesoros arqueológicos de la provincia Todavía se pueden apreciar calles y muros derruidos de viviendas

La falta de precipitaciones y la necesidad de recurrir al agua embalsada para satisfacer las necesidades de agua potable hace que los pantanos no paren de bajar su nivel, lo que ha dejado a la luz gran parte de las ruinas de lo que fuese el pueblo de Peñarrubia, que habitualmente se encuentra cubierto por las aguas del embalse del Guadalteba.

Además, el nivel del agua también deja ver ya una de las grandes joyas que esconde en su interior, la necrópolisis de las Eras de Peñarrubia, situada junto a las eras que utilizaban los vecinos de esta localidad y que todavía resisten el envite el paso del tiempo, el agua y el matorral que las cubre en parte.

La necrópolis es la de mayor antigüedad de la zona y está datada como un enterramiento de la época tardo romana y visigoda, y del que se puede ver ahora las tumbas que lo componían y algunas lápidas, que quedaron sumergidas tras la construcción del pantano, aunque antes fueron motivo de una excavación e investigación por parte de científicos de la Universidad de Málaga dirigidos por Encarnación Serrano.

Ahora, con las escasas precipitaciones, las tumbas han comenzado nuevamente a emerger y dejar a la luz uno de los tesoros arqueológicos de la provincia, aunque no el único de la zona, ya que junto a lo que fuese el parque del Consorcio Guadalteba se encuentra otra gran necrópolis visigoda, aunque nunca se ha localizado el poblado que daba lugar a esa gran cantidad de enterramientos, por lo que algunos expertos creen que el poblado primigenio se encuentra bajo lo que hoy son los escombros de lo que fuese el pueblo de Peñarrubia, que llegó a tener casi 2.000 habitantes.

En la actualidad, con la bajada del nivel del pantano, y a pesar del abundante matorral que cubre sus ruinas, todavía se pueden apreciar algunas de las calles y lo muros derruidos de las viviendas, al tiempo que resisten algunos pequeños trozos de paredes que permiten atisbar lo que fue en un momento una entrada a un inmueble.


Para aquellos que desconozcan su ubicación, tan solo la entrada al que fuese cuartel de la Guardia Civil desvela su situación junto a la carretera que conduce al Parque Guadalteba, mientras en el interior tan solo resisten en pie un par de pilares.