Una necrópolis altomedieval de 350 tumbas convertida en recurso turístico (Burgos)

Una necrópolis altomedieval de 350 tumbas convertida en recurso turístico (Burgos)


En un roquedal sobre el Ebro, a kilómetro y medio de Villanueva Soportilla (Burgos), se encuentra Santa María de Tejuela, una necrópolis altomedieval con 350 tumbas excavadas en roca documentadas, que se quiere convertir en un recurso turístico y lúdico indispensable en la provincia burgalesa.

La Diputación finalizó en junio un proyecto de dinamización del entorno de la necrópolis, ocupada entre los siglos VIII y XII, que ha contado con una inversión de 77.314 euros.

Se ha ampliado el aparcamiento, se han instalado un mirador sobre el Ebro y mesas de merendero, así como un pequeño altar con bancos para la celebración de ceremonias religiosas.

El objetivo último es "diversificar" el yacimiento, aprovechando el entorno natural en el que se encuentra, para que sea mucho más que patrimonio cultural visitable.

Así lo explica María Negredo, una de las arqueólogas responsables del proyecto de excavaciones financiado por la Diputación de Burgos, que ha permitido devolver la necrópolis a la vida.

En declaraciones a Efe, Negredo ha recordado que Santa María de Tejuela es una de las necrópolis más destacadas de las de su clase, ya que presenta una "densidad de tumbas muy alta".

Las excavaciones, iniciadas en 2009, han permitido documentar 350 tumbas excavadas en la roca, algunas también construidas con lajas, así como un sarcófago en una zona próxima al área de culto.

Las tumbas son antropomórficas, de un único cadáver, y con una orientación este/oeste, mientras que el sarcófago estaría destinado a una persona de relevancia en la comunidad, ha comentado Negredo.

Igualmente se han localizado restos de un templo y un edículo, lo "más atractivo", que no es otra cosa que un bloque tallado en forma de cubo y vaciado por dentro.

Sin embargo, en torno a él se han construido numerosas leyendas, que la investigación "no permite confirmar", ha insistido Negredo, pero que forman parte del "misterio" de la necrópolis.

Una necrópolis que no está agotada, ya que existe una parte que aún no se ha excavado, y que de momento no se excavará, para dejarla como "reserva arqueológica".

El futuro de la investigación en Santa María de Tejuela pasa por el poblado anexo, que presenta unas características similares a las de otros poblados de la Alta Edad Media.

Por lo visto hasta el momento, estaría conformado por cabañas de planta cuadrada y redonda, "muy básicas", con una habitación y una zona de producción, con fosas de almacenamiento a modo de silo.

Cuando estas fosas se volvían inservibles, se utilizaban como vertedero, de ahí que se hayan encontrado restos de cacharros, fauna u otros materiales típicos del día a día de la comunidad.

Por ese motivo, Negredo apuesta por estudiar el poblado, aunque tenga "poca entidad" y no sea "vistoso", ya que aportará información muy interesante sobre el modo de vida de esa comunidad.

Era una población "amplia y potente", ha reconocido Negredo, y un claro ejemplo de que esas sociedades "vivían para resucitar", ya que lo llamativo del yacimiento es la necrópolis, lo más cuidado.

Sin embargo, la arqueóloga ha insistido en que ahora se centrarán en poner en valor Santa María de Tejuela, una gran desconocida para el público general.

Burgos cuenta con otras necrópolis altomedievales, y también las hay en La Rioja, pero ninguna tan amplia, ha recordado Negredo, y sobre todo, con un edículo tan misterioso.