Más de 250 piezas de la arqueología subacuática, en el Museo de Almería
16/7/16 .- http://www.ideal.es/
Más de 250 piezas de la arqueología subacuática, en el Museo de Almería
'Un puente de mar azul' podrá verse hasta el 1 de noviembre y muestra los 'tesoros' encontrados en el litoral de la provincia
El delegado territorial de Cultura, Turismo y Deporte, Alfredo Valdivia, inauguró ayer la muestra 'Un puente de mar azul. Arqueología subacuática en Almería', acompañado del director del Museo, Arturo del Pino, y el comisario y conservador Manuel Ramos. Una exposición única en su género en el Sudeste peninsular, con la que el centro cultural quiere rendir «un merecido homenaje a la institución que cumple diez años desde que fuese inaugurado el nuevo edificio en 2006» y, al mismo tiempo, dar «respuesta a una demanda social y de conocimiento, mostrando nuestros fondos y colecciones arqueológicas, al igual que ya hicimos el pasado año con 'Al-Mariyya. Puerta de Oriente' que tanto éxito de público tuvo».
«Ponemos en valor esta institución cultural como es el Museo, hoy por hoy, todo un referente nacional e internacional y proporcionamos un nuevo recurso y atractivo cultural añadido a los existentes para atraer al turista nacional e internacional a nuestra provincia», valoró el delegado.
La muestra, que permanecerá abierta hasta el 1 de noviembre, está integrada por una cuidada selección de unas 250 piezas de toda época que le otorgan un enfoque diacrónico bastante completo, aunque la presentación no sea estrictamente cronológica, sino más bien temática. Distribuidas en los más de 300 metros cuadrados de la Sala Miralles de Exposiciones Temporales, respira en un ambiente escenográfico rodeada de todo aquello que tiene que ver con el mar.
El visitante podrá ver los faros, las torres atalayas y baterías de defensa frente a la piratería, los fondeaderos de la costa almeriense, los restos de antiguas embarcaciones y los productos que transportaron sobre este puente de mar azul a lo largo de la tan azarosa historia mediterránea.
No en vano, la provincia de Almería cuenta con 217 kilómetros de costa, lo que la convierte en una de las provincias españolas con mayor desarrollo litoral y ha supuesto históricamente una gran actividad marítima. De hecho, la pesca y el marisqueo, el comercio y la piratería han tenido una gran relevancia en la economía almeriense. Además, Almería es un punto estratégico en las comunicaciones por mar, pues una buena parte del tráfico marítimo en el Mediterráneo occidental está obligado a pasar frente a la costa de Almería doblando el Cabo de Gata.
Una actividad que, expusieron ayer desde el Museo de Almería, ha dejado su huella en numerosos yacimientos sumergidos cuya investigación convierte a la provincia en una de las más interesantes desde el punto de vista de la arqueología subacuática que se traduce a su vez en el hecho de que la colección subacuática de la institución sea una de las más importantes de España.
Restos, artesanía, pecios
Fondos que son los que se muestran en la exposición 'Un puente de mar azul. Arqueología subacuática en Almería' y, para esta ocasión, se han revisado las colecciones del Museo para dar a conocer un material que es prácticamente desconocido para el público e incluso inédito entre la comunidad científica. Un conjunto que está integrado tanto por los restos de los pecios hallados frente al litoral provincial como por los productos de un comercio lejano que hizo llegar al actual territorio almeriense preciados objetos procedentes de ciudades lejanas como sueños: Mileto, Atenas, Corinto, Bagdad, Arezzo, Jabal al-Quilal, Dubrovnik.
A la inversa, también se exhiben artesanías realizadas en territorio almeriense con notables paralelos en pecios distribuidos por todo el Mediterráneo, esa gran autopista de la Antigüedad y la Edad Media. Así por ejemplo, las cerámicas fabricadas en Pechina en los siglos IX y X, de cuya circulación dan fe algunos yacimientos como los llamados 'Pecios Sarracenos' localizados en la costa de Provenza, entre Marsella y Montpellier. O incluso algún pecio frente a Solunto, en la isla de Sicilia.
En cuanto al gran volumen de mercancías que circuló por el Mediterráneo en la Edad Antigua, destacan las industrias derivadas de la pesca, la industria agropecuaria (vino y aceite), los metales o el mármol y, en cierto modo, los pecios que son el testimonio de una explotación colonial llevada a cabo a gran escala en la provincia romana de la Bética, en buena medida, organizada por el entorno mismo del emperador.
En este orden de cosas, y por lo que respecta a los restos sumergidos, el comisario de la exposición, Manuel Ramos, destacó la importancia del denominado 'Pecio Gandolfo', una nave romana hundida en el tránsito de los siglos I a II a escasos metros de la playa junto al faro de Punta Entinas. Un yacimiento arqueológico que ha proporcionado extraordinarios y sorprendentes datos sobre el tráfico mercantil de salazones y salsas de pescado en época romana gracias sobre todo a las informaciones escritas sobre las ánforas.
«Tras escudriñar en este precioso documento sabemos que el barco transportaba estas mercancías desde Lixus (junto al actual Larache, Marruecos) y Sexi (Almuñécar/Granada) en dirección a Levante, aunque el infortunio hizo que se hundiese a escasos metros de profundidad. Además, este caso nos ilustra sobre los tipos de embarcaciones antiguas», informó ayer.
Transporte que se llevaba a cabo con la ayuda de ánforas de cerámica que constituyen el punto fuerte de esta muestra desde el punto de vista expositivo.
Otros pecios que cobran notable protagonismo en la exposición son el 'Pecio del Playazo', de época medieval, que llevaba una carga de mármoles; o del 'Pecio de Cabo de Gata', que transportaba una carga de loza dorada nazarí procedente de Málaga y que se hundió en la llamada 'Laja del Cabo', uno de los accidentes más peligrosos para la navegación en toda la costa almeriense. La labor de los faros, que también se contempla en la exposición, era obviamente evitar a los barcos accidentes como este.
La exposición, afirmó Arturo del Pino, «está complementada con un apartado dedicado a mediateca, donde el visitante podrá acercarse a la arqueología subacuática a través de diferentes recursos didácticos». Habrá una pantalla táctil para sumergirse en los diferentes pasos previos necesarios para la realización de una excavación arqueológica subacuática. Podrá verse un documental sobre patrimonio arqueológico subacuático o la investigación del 'Pecio de Mazarrón'. Mediante un ordenador en la sala, se podrá acceder a diferentes recursos interactivos, libros y diferentes texto y también se cuenta con un rincón para los más curiosos donde se podrá consultar bibliografía o recortes de prensa que hablan de los hallazgos en el mar.
La exposición irá acompañada a lo largo del verano de diferentes actividades, la mayoría dedicada a los pequeños de la casa mediante talleres, aunque las visitas temáticas y especializadas a la exposición también estarán presentes.
Del Pino resaltó por otra parte que, durante todo el verano, el Museo de Almería, a través de sus redes sociales y algunas conferencias en el mes de octubre, realizará una campaña de sensibilización conocida como SOS. «El patrimonio arqueológico subacuático sufre un grave problema de expolio y destrucción; su preservación depende de todos nosotros, de ahí que la campaña se centre en informar a los posibles descubridores de hallazgos subacuáticos de cuáles son los pasos que deben realizar y comunicarlo así a los organizamos encargados de su protección», declaró el director del centro.
Patrimonio subacuático
Sobre todo, porque «Almería cuenta con un ingente patrimonio subacuático, como así lo evidencia la declaración hace unos años de cuatro zonas arqueológicas subacuáticas declaradas Bien de Interés Cultural, y once zonas de servidumbre arqueológicas repartidas por nuestra costa», manifestó Valdivia, con cuatro Zonas Arqueológicas BIC como son el yacimiento subacuático Punta Entinas, Cabo de Gata, Los Escullos-El Águila y Carboneras. En cuanto a las Zonas de Servidumbre Arqueológicas, incluye Espacio Subacuático Adra, Guardias Viejas-Punta de los Baños, Los Percheles, Laja del Palo; Roquetas-Aguadulce, Morro Genovés-Cala Higuera, Playazo de Rodalquilar, Cala e Islote de San Pedro, Punta de los Muertos-Punta de la Media Naranja, Río Aguas-Mojácar y Espacio Subacuático Villaricos.
'Un puente de mar azul' podrá verse hasta el 1 de noviembre y muestra los 'tesoros' encontrados en el litoral de la provincia
El delegado territorial de Cultura, Turismo y Deporte, Alfredo Valdivia, inauguró ayer la muestra 'Un puente de mar azul. Arqueología subacuática en Almería', acompañado del director del Museo, Arturo del Pino, y el comisario y conservador Manuel Ramos. Una exposición única en su género en el Sudeste peninsular, con la que el centro cultural quiere rendir «un merecido homenaje a la institución que cumple diez años desde que fuese inaugurado el nuevo edificio en 2006» y, al mismo tiempo, dar «respuesta a una demanda social y de conocimiento, mostrando nuestros fondos y colecciones arqueológicas, al igual que ya hicimos el pasado año con 'Al-Mariyya. Puerta de Oriente' que tanto éxito de público tuvo».
«Ponemos en valor esta institución cultural como es el Museo, hoy por hoy, todo un referente nacional e internacional y proporcionamos un nuevo recurso y atractivo cultural añadido a los existentes para atraer al turista nacional e internacional a nuestra provincia», valoró el delegado.
La muestra, que permanecerá abierta hasta el 1 de noviembre, está integrada por una cuidada selección de unas 250 piezas de toda época que le otorgan un enfoque diacrónico bastante completo, aunque la presentación no sea estrictamente cronológica, sino más bien temática. Distribuidas en los más de 300 metros cuadrados de la Sala Miralles de Exposiciones Temporales, respira en un ambiente escenográfico rodeada de todo aquello que tiene que ver con el mar.
El visitante podrá ver los faros, las torres atalayas y baterías de defensa frente a la piratería, los fondeaderos de la costa almeriense, los restos de antiguas embarcaciones y los productos que transportaron sobre este puente de mar azul a lo largo de la tan azarosa historia mediterránea.
No en vano, la provincia de Almería cuenta con 217 kilómetros de costa, lo que la convierte en una de las provincias españolas con mayor desarrollo litoral y ha supuesto históricamente una gran actividad marítima. De hecho, la pesca y el marisqueo, el comercio y la piratería han tenido una gran relevancia en la economía almeriense. Además, Almería es un punto estratégico en las comunicaciones por mar, pues una buena parte del tráfico marítimo en el Mediterráneo occidental está obligado a pasar frente a la costa de Almería doblando el Cabo de Gata.
Una actividad que, expusieron ayer desde el Museo de Almería, ha dejado su huella en numerosos yacimientos sumergidos cuya investigación convierte a la provincia en una de las más interesantes desde el punto de vista de la arqueología subacuática que se traduce a su vez en el hecho de que la colección subacuática de la institución sea una de las más importantes de España.
Restos, artesanía, pecios
Fondos que son los que se muestran en la exposición 'Un puente de mar azul. Arqueología subacuática en Almería' y, para esta ocasión, se han revisado las colecciones del Museo para dar a conocer un material que es prácticamente desconocido para el público e incluso inédito entre la comunidad científica. Un conjunto que está integrado tanto por los restos de los pecios hallados frente al litoral provincial como por los productos de un comercio lejano que hizo llegar al actual territorio almeriense preciados objetos procedentes de ciudades lejanas como sueños: Mileto, Atenas, Corinto, Bagdad, Arezzo, Jabal al-Quilal, Dubrovnik.
A la inversa, también se exhiben artesanías realizadas en territorio almeriense con notables paralelos en pecios distribuidos por todo el Mediterráneo, esa gran autopista de la Antigüedad y la Edad Media. Así por ejemplo, las cerámicas fabricadas en Pechina en los siglos IX y X, de cuya circulación dan fe algunos yacimientos como los llamados 'Pecios Sarracenos' localizados en la costa de Provenza, entre Marsella y Montpellier. O incluso algún pecio frente a Solunto, en la isla de Sicilia.
En cuanto al gran volumen de mercancías que circuló por el Mediterráneo en la Edad Antigua, destacan las industrias derivadas de la pesca, la industria agropecuaria (vino y aceite), los metales o el mármol y, en cierto modo, los pecios que son el testimonio de una explotación colonial llevada a cabo a gran escala en la provincia romana de la Bética, en buena medida, organizada por el entorno mismo del emperador.
En este orden de cosas, y por lo que respecta a los restos sumergidos, el comisario de la exposición, Manuel Ramos, destacó la importancia del denominado 'Pecio Gandolfo', una nave romana hundida en el tránsito de los siglos I a II a escasos metros de la playa junto al faro de Punta Entinas. Un yacimiento arqueológico que ha proporcionado extraordinarios y sorprendentes datos sobre el tráfico mercantil de salazones y salsas de pescado en época romana gracias sobre todo a las informaciones escritas sobre las ánforas.
«Tras escudriñar en este precioso documento sabemos que el barco transportaba estas mercancías desde Lixus (junto al actual Larache, Marruecos) y Sexi (Almuñécar/Granada) en dirección a Levante, aunque el infortunio hizo que se hundiese a escasos metros de profundidad. Además, este caso nos ilustra sobre los tipos de embarcaciones antiguas», informó ayer.
Transporte que se llevaba a cabo con la ayuda de ánforas de cerámica que constituyen el punto fuerte de esta muestra desde el punto de vista expositivo.
Otros pecios que cobran notable protagonismo en la exposición son el 'Pecio del Playazo', de época medieval, que llevaba una carga de mármoles; o del 'Pecio de Cabo de Gata', que transportaba una carga de loza dorada nazarí procedente de Málaga y que se hundió en la llamada 'Laja del Cabo', uno de los accidentes más peligrosos para la navegación en toda la costa almeriense. La labor de los faros, que también se contempla en la exposición, era obviamente evitar a los barcos accidentes como este.
La exposición, afirmó Arturo del Pino, «está complementada con un apartado dedicado a mediateca, donde el visitante podrá acercarse a la arqueología subacuática a través de diferentes recursos didácticos». Habrá una pantalla táctil para sumergirse en los diferentes pasos previos necesarios para la realización de una excavación arqueológica subacuática. Podrá verse un documental sobre patrimonio arqueológico subacuático o la investigación del 'Pecio de Mazarrón'. Mediante un ordenador en la sala, se podrá acceder a diferentes recursos interactivos, libros y diferentes texto y también se cuenta con un rincón para los más curiosos donde se podrá consultar bibliografía o recortes de prensa que hablan de los hallazgos en el mar.
La exposición irá acompañada a lo largo del verano de diferentes actividades, la mayoría dedicada a los pequeños de la casa mediante talleres, aunque las visitas temáticas y especializadas a la exposición también estarán presentes.
Del Pino resaltó por otra parte que, durante todo el verano, el Museo de Almería, a través de sus redes sociales y algunas conferencias en el mes de octubre, realizará una campaña de sensibilización conocida como SOS. «El patrimonio arqueológico subacuático sufre un grave problema de expolio y destrucción; su preservación depende de todos nosotros, de ahí que la campaña se centre en informar a los posibles descubridores de hallazgos subacuáticos de cuáles son los pasos que deben realizar y comunicarlo así a los organizamos encargados de su protección», declaró el director del centro.
Patrimonio subacuático
Sobre todo, porque «Almería cuenta con un ingente patrimonio subacuático, como así lo evidencia la declaración hace unos años de cuatro zonas arqueológicas subacuáticas declaradas Bien de Interés Cultural, y once zonas de servidumbre arqueológicas repartidas por nuestra costa», manifestó Valdivia, con cuatro Zonas Arqueológicas BIC como son el yacimiento subacuático Punta Entinas, Cabo de Gata, Los Escullos-El Águila y Carboneras. En cuanto a las Zonas de Servidumbre Arqueológicas, incluye Espacio Subacuático Adra, Guardias Viejas-Punta de los Baños, Los Percheles, Laja del Palo; Roquetas-Aguadulce, Morro Genovés-Cala Higuera, Playazo de Rodalquilar, Cala e Islote de San Pedro, Punta de los Muertos-Punta de la Media Naranja, Río Aguas-Mojácar y Espacio Subacuático Villaricos.
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