José María Pérez “Peridis”: La pasión por el románico solo se puede transmitir con pasión
25/3/16 .- http://www.efetur.com/
José María Pérez “Peridis”: La pasión por el románico solo se puede transmitir con pasión
De jugar entre los escombros del monasterio de Santa María La Real de Aguilar de Campoo a presidir la Fundación que vela por su conservación y compartirla con el mundo a través de Cultur Viajes. Es la curiosa historia de un humorista enamorado del románico.
Arquitecto, dibujante, humorista y escritor. Estas son, sin duda, las facetas profesionales más populares de José María Pérez, conocido por el gran público como Peridis. Sin embargo, pocos son los que saben que, siendo un niño, solía disfrutar de su infancia en la localidad palentina de Aguilar de Campoo, jugando con sus amigos entre las ruinas del monasterio de Santa María la Real. Entre los escombros, en aquel niño se despertó la vocación por la arquitectura, hasta el punto de que llegó a prometerse a sí mismo devolver su antiguo esplendor a aquel lugar.
Y vaya si cumplió su promesa. En cuanto terminó sus estudios y se le presentó la oportunidad, acabó impulsando y presidiendo la creación de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico con el objetivo principal de salvar el monasterio.
Hoy comparte sus logros a través de Cultur Viajes, una agencia especializada en recorridos culturales que, surgida del seno de la Fundación, recoge su experiencia para ofrecer una forma diferente de mirar y disfrutar del patrimonio.
¿En qué consiste exactamente este proyecto?
En la Fundación llevamos años apostando por salir de los espacios tradicionales, por llegar a los más diversos ámbitos del patrimonio Cultural, a más personas y a más lugares, de forma amena y divertida, pero sin perder el rigor científico. Cultur Viajes es una de las herramientas que utilizamos para lograrlo y las personas que hay detrás de este nuevo reto somos las mismas que hace ya casi cuatro décadas decidimos apostar por el patrimonio social, natural y cultural como forma de vida, desde un rincón de la montaña palentina.
¿Cuál es la finalidad de Cultur Viajes?
Lograr que el viajero sienta, viva el patrimonio con todos los sentidos, acercándose a la historia “intramuros”, a la que hay tras la piedra y escapa a nuestra mirada, a la verdaderamente importante, a aquella que sólo pueden explicar quienes conocen al dedillo cada rincón, cada sitio, cada lugar…
¿Qué tipo de servicios ofrece? ¿En qué consisten exactamente esos servicios?
Ofrecemos recorridos singulares, alejados de las rutas habituales, diseñados y guiados por nuestro equipo de expertos en arte, que conocen cada lugar y que son capaces de potenciar nuestras vivencias, acercándonos, como comentaba antes, no solo a la historia, sino también a la “intrahistoria” de cada espacio.
Trabajamos con grupos pequeños, reducidos, para poder ofrecer un servicio personalizado y para que cada viajero se sienta único. Se cuida cada detalle, desde los recorridos al alojamiento. Tratamos de conseguir un equilibrio perfecto entre gastronomía, historia, naturaleza… En definitiva, un servicio turístico profesionalizado y de calidad, para que quien nos acompañe viva una experiencia inolvidable. Tanto, que le invite a seguir viajando con nosotros y a seguir disfrutando del patrimonio.
¿En qué se diferencian los servicios que ofrece Cultur Viajes respecto a los que ofrecen, por ejemplo, las agencias de viajes convencionales?
La principal diferencia estriba, como he comentado, en nuestro equipo, historiadores y arquitectos que conocen el terreno, que llevan trabajando años sobre él y que son capaces de diseñar rutas a medida y de facilitarnos el acceso a lugares insospechados o de acceso restringido.
La forma de contarlo no es la de un guía al uso, puesto nosotros aderezamos cada explicación con vivencias, con experiencias vividas en primera persona y las acompañamos de un conocimiento profundo de cada lugar. El trabajo con grupos reducidos nos permite una atención más personalizada y es gratificante para el viajero ya que, indudablemente, no es lo mismo pelearte con otras cien personas, para escuchar las explicaciones de un guía ataviado con una gorra roja y una banderita, que recorrer los espacios sintiéndote único.
¿Qué tipo de personas solicitan estos servicios?
Normalmente quienes se acercan a Cultur Viajes suelen ser personas que ya han mostrado un interés previo por el patrimonio. Muchos, de hecho, conocen la trayectoria de la Fundación y han asistido a nuestros cursos, seminarios…
Otros llegan atraídos por la curiosidad y por la necesidad de viajar a lugares que ya tenían en mente, que incluso han recorrido previamente, pero que desean ver de forma diferente, acompañados por un historiador, por un arquitecto, por alguien que puede contar en primera persona la historia del lugar.
¿Qué aceptación ha tenido este proyecto por parte del público?
Muy buena, de otro modo no nos hubiéramos embarcado en esta aventura. Llevamos años organizando actividades culturales, desde aquel lejano año 1977 en el que como Asociación de Amigos del Monasterio de Aguilar, comenzamos a recuperar el “convento caído”, para convertirlo en un foco de dinamización cultural para toda la comarca. Desde entonces siempre hemos tenido claro que debíamos ampliar fronteras y profesionalizar servicios y, por ello, hace un par de años empezamos a organizar lo que denominábamos “itinerarios culturales”, una experiencia piloto que nos llevó a Portugal y a Borgoña. La acogida fue inmejorable y, por ello, dimos el salto a Cultur Viajes.
¿De qué manera consiguen hacer atractivo el patrimonio románico, por ejemplo, entre los niños y las personas sin ninguna o pocas nociones de arte?
Como hemos comentado, no partimos de cero, la Fundación acumula un bagaje de casi cuatro décadas y la experiencia siempre es un grado. Llevamos años organizando cursos, seminarios, actividades para niños… La clave siempre es la misma: creer en lo que cuentas, porque sólo así se puede ser capaz de transmitir la pasión a quien escucha ya sea niño, joven, adulto o abuelo.
Creer es lo más importante, pero además hay que trabajar y preparar a conciencia cada viaje, cada propuesta, para que quien la vive sienta que es algo único e irrepetible y, esto no es tarea fácil.
¿Qué cifras maneja este tipo de turismo?
Bueno, realmente, los datos de que disponemos son los oficiales. No hace mucho, a finales de 2015, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte publicó su Anuario de Estadísticas Culturales, por ejemplo, y de ahí extraemos datos tan positivos para nuestro ámbito como el hecho de que más de 12 millones de los viajes de vacaciones realizados en 2014 por residentes en España tuvieron, inicialmente, una motivación cultural. Más aún, si hablamos de viajes que incluyen actividades culturales la cifra asciende a más del 60%.
En cuanto a la facturación, se sabe que los españoles se gastaron o, mejor dicho, nos gastamos en 2014 más de 5.000 millones de euros en viajes culturales. No pretende aburrir con cifras, porque, como digo, están todas en el Anuario de Estadísticas Culturales, pero es evidente que el turismo cultural es un valor en alza, tanto para nuestro país, como para quienes nos visitan que cada vez demandan más opciones que complementen y completen el “turismo de sol y playa”.
¿En qué lugares está operando en estos momentos?
Ofrecemos viajes muy diversos por prácticamente toda España. El románico sigue siendo nuestra debilidad y muchos recorridos lo tienen como protagonista, pero no dejamos de lado otros estilos y otros lugares. Además hemos ampliado fronteras y ya salimos a Portugal, Francia e Italia y estamos trabajando para llegar a más lugares, manteniendo la calidad y esencia del servicio.
¿Repercute de algún modo la labor de Cultur Viajes en el desarrollo social y económico de las zonas en las que opera?
Cualquier actividad cultural y turística genera desarrollo social y económico. Esta ha sido nuestra idea desde que empezamos a rescatar el monasterio de Santa María la Real de la ruina hace ya casi cuarenta años, y nuestra supervivencia y crecimiento así parecen avalarlo. No es una conjetura, es una evidencia.
Visitar un monumento ayuda a que se mantenga, y cuanto más se visita (con procesos respetuosos y sostenibles) más conocido es, mayor proyección tiene y la población local más identificada se siente con ese recurso, que es también su pasado y forma parte de su futuro. Guías locales, restaurantes, hoteles, tiendas, compañías de transporte, librerías incluso, son los receptores directos de esta actividad, que se nota mucho más en áreas rurales muy apartadas, donde se encuentra, como te apuntaba, ese románico maravilloso que es nuestro destino preferente…, aunque no exclusivo.
¿Cómo contribuye Cultur Viajes a la conservación del patrimonio artístico?
Se conserva aquello que es apreciado por una mayoría y tiene una demanda social, de modo que contribuir al conocimiento, la divulgación y el disfrute del patrimonio artístico y cultural, como hace Cultur Viajes, ya es en sí mismo una contribución a que ese patrimonio se conserve. Pero hay que entender también que forma parte de ese gran proyecto que desarrolla desde hace muchos años la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico y que se resume en generar desarrollo a partir del patrimonio cultural, natural y social. Dentro de esta idea hemos puesto en marcha muchísimas iniciativas, buena parte de las cuales se han centrado exclusivamente en el conocimiento y divulgación de ese patrimonio (como es la Enciclopedia del Románico en la Península Ibérica), pero también en su restauración, con diversos proyectos que nos han permitido hasta ahora intervenir, directamente en obras de rehabilitación, en más de un centenar de monumentos.
De jugar entre los escombros del monasterio de Santa María La Real de Aguilar de Campoo a presidir la Fundación que vela por su conservación y compartirla con el mundo a través de Cultur Viajes. Es la curiosa historia de un humorista enamorado del románico.
Arquitecto, dibujante, humorista y escritor. Estas son, sin duda, las facetas profesionales más populares de José María Pérez, conocido por el gran público como Peridis. Sin embargo, pocos son los que saben que, siendo un niño, solía disfrutar de su infancia en la localidad palentina de Aguilar de Campoo, jugando con sus amigos entre las ruinas del monasterio de Santa María la Real. Entre los escombros, en aquel niño se despertó la vocación por la arquitectura, hasta el punto de que llegó a prometerse a sí mismo devolver su antiguo esplendor a aquel lugar.
Y vaya si cumplió su promesa. En cuanto terminó sus estudios y se le presentó la oportunidad, acabó impulsando y presidiendo la creación de la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico con el objetivo principal de salvar el monasterio.
Hoy comparte sus logros a través de Cultur Viajes, una agencia especializada en recorridos culturales que, surgida del seno de la Fundación, recoge su experiencia para ofrecer una forma diferente de mirar y disfrutar del patrimonio.
¿En qué consiste exactamente este proyecto?
En la Fundación llevamos años apostando por salir de los espacios tradicionales, por llegar a los más diversos ámbitos del patrimonio Cultural, a más personas y a más lugares, de forma amena y divertida, pero sin perder el rigor científico. Cultur Viajes es una de las herramientas que utilizamos para lograrlo y las personas que hay detrás de este nuevo reto somos las mismas que hace ya casi cuatro décadas decidimos apostar por el patrimonio social, natural y cultural como forma de vida, desde un rincón de la montaña palentina.
¿Cuál es la finalidad de Cultur Viajes?
Lograr que el viajero sienta, viva el patrimonio con todos los sentidos, acercándose a la historia “intramuros”, a la que hay tras la piedra y escapa a nuestra mirada, a la verdaderamente importante, a aquella que sólo pueden explicar quienes conocen al dedillo cada rincón, cada sitio, cada lugar…
¿Qué tipo de servicios ofrece? ¿En qué consisten exactamente esos servicios?
Ofrecemos recorridos singulares, alejados de las rutas habituales, diseñados y guiados por nuestro equipo de expertos en arte, que conocen cada lugar y que son capaces de potenciar nuestras vivencias, acercándonos, como comentaba antes, no solo a la historia, sino también a la “intrahistoria” de cada espacio.
Trabajamos con grupos pequeños, reducidos, para poder ofrecer un servicio personalizado y para que cada viajero se sienta único. Se cuida cada detalle, desde los recorridos al alojamiento. Tratamos de conseguir un equilibrio perfecto entre gastronomía, historia, naturaleza… En definitiva, un servicio turístico profesionalizado y de calidad, para que quien nos acompañe viva una experiencia inolvidable. Tanto, que le invite a seguir viajando con nosotros y a seguir disfrutando del patrimonio.
¿En qué se diferencian los servicios que ofrece Cultur Viajes respecto a los que ofrecen, por ejemplo, las agencias de viajes convencionales?
La principal diferencia estriba, como he comentado, en nuestro equipo, historiadores y arquitectos que conocen el terreno, que llevan trabajando años sobre él y que son capaces de diseñar rutas a medida y de facilitarnos el acceso a lugares insospechados o de acceso restringido.
La forma de contarlo no es la de un guía al uso, puesto nosotros aderezamos cada explicación con vivencias, con experiencias vividas en primera persona y las acompañamos de un conocimiento profundo de cada lugar. El trabajo con grupos reducidos nos permite una atención más personalizada y es gratificante para el viajero ya que, indudablemente, no es lo mismo pelearte con otras cien personas, para escuchar las explicaciones de un guía ataviado con una gorra roja y una banderita, que recorrer los espacios sintiéndote único.
¿Qué tipo de personas solicitan estos servicios?
Normalmente quienes se acercan a Cultur Viajes suelen ser personas que ya han mostrado un interés previo por el patrimonio. Muchos, de hecho, conocen la trayectoria de la Fundación y han asistido a nuestros cursos, seminarios…
Otros llegan atraídos por la curiosidad y por la necesidad de viajar a lugares que ya tenían en mente, que incluso han recorrido previamente, pero que desean ver de forma diferente, acompañados por un historiador, por un arquitecto, por alguien que puede contar en primera persona la historia del lugar.
¿Qué aceptación ha tenido este proyecto por parte del público?
Muy buena, de otro modo no nos hubiéramos embarcado en esta aventura. Llevamos años organizando actividades culturales, desde aquel lejano año 1977 en el que como Asociación de Amigos del Monasterio de Aguilar, comenzamos a recuperar el “convento caído”, para convertirlo en un foco de dinamización cultural para toda la comarca. Desde entonces siempre hemos tenido claro que debíamos ampliar fronteras y profesionalizar servicios y, por ello, hace un par de años empezamos a organizar lo que denominábamos “itinerarios culturales”, una experiencia piloto que nos llevó a Portugal y a Borgoña. La acogida fue inmejorable y, por ello, dimos el salto a Cultur Viajes.
¿De qué manera consiguen hacer atractivo el patrimonio románico, por ejemplo, entre los niños y las personas sin ninguna o pocas nociones de arte?
Como hemos comentado, no partimos de cero, la Fundación acumula un bagaje de casi cuatro décadas y la experiencia siempre es un grado. Llevamos años organizando cursos, seminarios, actividades para niños… La clave siempre es la misma: creer en lo que cuentas, porque sólo así se puede ser capaz de transmitir la pasión a quien escucha ya sea niño, joven, adulto o abuelo.
Creer es lo más importante, pero además hay que trabajar y preparar a conciencia cada viaje, cada propuesta, para que quien la vive sienta que es algo único e irrepetible y, esto no es tarea fácil.
¿Qué cifras maneja este tipo de turismo?
Bueno, realmente, los datos de que disponemos son los oficiales. No hace mucho, a finales de 2015, el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte publicó su Anuario de Estadísticas Culturales, por ejemplo, y de ahí extraemos datos tan positivos para nuestro ámbito como el hecho de que más de 12 millones de los viajes de vacaciones realizados en 2014 por residentes en España tuvieron, inicialmente, una motivación cultural. Más aún, si hablamos de viajes que incluyen actividades culturales la cifra asciende a más del 60%.
En cuanto a la facturación, se sabe que los españoles se gastaron o, mejor dicho, nos gastamos en 2014 más de 5.000 millones de euros en viajes culturales. No pretende aburrir con cifras, porque, como digo, están todas en el Anuario de Estadísticas Culturales, pero es evidente que el turismo cultural es un valor en alza, tanto para nuestro país, como para quienes nos visitan que cada vez demandan más opciones que complementen y completen el “turismo de sol y playa”.
¿En qué lugares está operando en estos momentos?
Ofrecemos viajes muy diversos por prácticamente toda España. El románico sigue siendo nuestra debilidad y muchos recorridos lo tienen como protagonista, pero no dejamos de lado otros estilos y otros lugares. Además hemos ampliado fronteras y ya salimos a Portugal, Francia e Italia y estamos trabajando para llegar a más lugares, manteniendo la calidad y esencia del servicio.
¿Repercute de algún modo la labor de Cultur Viajes en el desarrollo social y económico de las zonas en las que opera?
Cualquier actividad cultural y turística genera desarrollo social y económico. Esta ha sido nuestra idea desde que empezamos a rescatar el monasterio de Santa María la Real de la ruina hace ya casi cuarenta años, y nuestra supervivencia y crecimiento así parecen avalarlo. No es una conjetura, es una evidencia.
Visitar un monumento ayuda a que se mantenga, y cuanto más se visita (con procesos respetuosos y sostenibles) más conocido es, mayor proyección tiene y la población local más identificada se siente con ese recurso, que es también su pasado y forma parte de su futuro. Guías locales, restaurantes, hoteles, tiendas, compañías de transporte, librerías incluso, son los receptores directos de esta actividad, que se nota mucho más en áreas rurales muy apartadas, donde se encuentra, como te apuntaba, ese románico maravilloso que es nuestro destino preferente…, aunque no exclusivo.
¿Cómo contribuye Cultur Viajes a la conservación del patrimonio artístico?
Se conserva aquello que es apreciado por una mayoría y tiene una demanda social, de modo que contribuir al conocimiento, la divulgación y el disfrute del patrimonio artístico y cultural, como hace Cultur Viajes, ya es en sí mismo una contribución a que ese patrimonio se conserve. Pero hay que entender también que forma parte de ese gran proyecto que desarrolla desde hace muchos años la Fundación Santa María la Real del Patrimonio Histórico y que se resume en generar desarrollo a partir del patrimonio cultural, natural y social. Dentro de esta idea hemos puesto en marcha muchísimas iniciativas, buena parte de las cuales se han centrado exclusivamente en el conocimiento y divulgación de ese patrimonio (como es la Enciclopedia del Románico en la Península Ibérica), pero también en su restauración, con diversos proyectos que nos han permitido hasta ahora intervenir, directamente en obras de rehabilitación, en más de un centenar de monumentos.
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