Pisándole los talones a la historia (Barbanza, Galicia)

Pisándole los talones a la historia (Barbanza, Galicia)

Expertos y estudiantes analizan si la sierra tuvo ocupación estable en la Edad Media

La historia a veces se muestra encharcada de lagunas que estancan lapsos temporales. Desde el siglo IV a. C. al XII d. C., surge una etapa oscura sobre la forma de vida de los futuros habitantes de las primeras aldeas, que alimentarían los burgos medievales bajo el poder monástico. Los más de 50 puntos arqueológicos localizados en la sierra de Barbanza podrían ser un revulsivo que arrojase luz sobre este período de amnesia histórica.

La segunda ronda de las excavaciones, iniciadas en julio en el Centro de Interpretación Arqueolóxica de Neixón, se han trasladado a la sierra, a Porto Traveso y Outeiro da Torre. Durante estos diez días, 16 voluntarios de distintas universidades y colectivos están trabajando en lo que podría ser un grupo de edificaciones cercadas por un muro, en torno a un río en Porto Traveso.

Si este hipotético conjunto se constatase como un núcleo de viviendas debido a un éxodo de la costa al interior, necesario para defenderse de invasores como vikingos, normandos o sarracenos, tendría sentido que los descubrimientos en las zonas elevadas de Outeiro da Torre y el monte de Nebra fueran antaño puestos de vigilancia sobre la ría.

«Polo de agora estamos definindo as estruturas soterradas e retirando as pedras movidas para documentalas», dijo Alexandre Paz, responsable del equipo técnico, sobre las primeras jornadas de trabajo. «Realizáronse dúas probas de carbono 14 que dataron varios destes puntos no século XI d. C. e está pendente outro par», explicó el director de la excavación financiada por el Concello boirense y la Diputación coruñesa, Víctor Barbeito.

Equipo de élite

Barbeito también desveló que en esta zona, ocupada durante las edades prehistórica, protohistórica e histórica, aparecieron restos de roble que podrían responder al antiguo método de quema de campos para su regeneración o a un incendio masivo. Estos indicios, sumados al derrumbe de un muro de tres metros en la colina estratégica de Outeiro da Torre, supondrían «a conceptualización deste tipo de rexistros».

Solo son teorías, pero suficientemente atractivas para que el ribeirense Iván Rodríguez y la rianxeira Vanesa Mariño repitan en la segunda vuelta. Mariño, licenciada en Historia del Arte, quiere «dar un punto de vista artístico». Precisamente Vanesa Lagos, de la misma rama, tomó una decisión similar porque «sería horrible estar encerrada en un museo».

Para algunos el terreno en el que se lleva actuando tres años ya era conocido, como el caso de Noelia Pena, estudiante de Historia. De la misma carrera es Alberto Fernández, de San Pedro de Moreiras, que aunque sea su primera vez en Boiro ya ha trabajado en el mítico Cerro de las Cabezas, en Valdepeñas.

La especialización en historia medieval está representada por la compostelana Natalia Lodeiro y la asturiana Nerea Dacosta. La primera guarda la experiencia de su labor en una iglesia del siglo XIII en York, mientras que la segunda lleva más de cinco excavaciones de esta índole.

Llegada de Burdeos, la experta en dicho período, Elisa Buffiere prestará sus conocimientos en más de ocho intervenciones. También habrá enriquecimiento como el del madrileño David Magaña, docto en la cultura árabe y ávido de ampliar saberes.