El Cuarto Real vuelve a la vida (Granada)

El Cuarto Real vuelve a la vida (Granada)

Los granadinos disfrutan al fin de la 'Qubba', una joya monumental de época nazarí que ha sido recuperada tras 25 años de abandono y desencuentros

El Cuarto Real abrió al fin sus puertas. Este rincón mágico de Granada, poseedor de una de las joyas más desconocidas de la época nazarí, escribió ayer el último capítulo de una historia en la que el abandono y los desencuentros han sido tristes protagonistas.

Adquirida por el Consistorio a la familia Dávila Ponce de León en 1990, la 'Qubba' -el último vestigio de lo que antaño fue la almunia real de Almaxarra- se sumió en el más grande de los olvidos para las administraciones, que durante décadas dejaron que este espacio monumental se degradara sin límites.

Ese pasado ha quedado atrás gracias a una inversión total de 6,4 millones de euros con los que se ha recuperado la 'Qubba', el patio de la alberca, los jardines románticos y se ha remodelado por completo el palacete del siglo XIX que rodea los restos nazaríes, dotándolos además de una sala de conferencias en la planta baja y una sala de exposiciones en la superior.

Ayer los granadinos se maravillaban ante el tesoro nazarí del Cuarto Real, una estancia en la que brillan con luz propia las yeserías, las citas coránicas que pueblan las paredes y los paños de mocárabes. El conjunto, que recuerda las más bellas salas de la Alhambra, se completa además con los restos de edificios militares encontrados en la zona durante las excavaciones arqueológicas y que se pueden contemplar a través de una estructura acristalada levantada para la ocasión.

Con motivo de la apertura de puertas, los granadinos pudieron disfrutar de la primera de las exposiciones que se destinarán a este espacio. 'Vida en el Cuarto Real' es una muestra que recoge 15 lienzos de Juan Vida, una recopilación de trabajos de diferentes épocas en las que el elemento común es la figuración.

El arte de Vida y el que aún pervive en las estancias del Cuarto Real se dieron la mano en una jornada histórica para la ciudad, que recupera al fin uno de los más bellos secretos que posee.