Vida y lujo en el castillo de Nalda (La Rioja)

Vida y lujo en el castillo de Nalda (La Rioja)

Recientes hallazgos confirman el poderío económico de los señores de la fortaleza

Cada vez caben menos dudas de la potencia del castillo medieval de Nalda. Los Señores de Cameros situaron en el cerro sobre el que se asienta esta localidad la sede principal de su señorío entre los siglos XIV y XIX. Desde este estratégico emplazamiento, desde el que se pueden admirar unas soberbias panorámicas del valle del Iregua, controlaron un vastísimo territorio compuesto por 44 poblaciones que se extendía hasta Yanguas, en el norte de la actual provincia de Soria.

Además del amplio dominio de tierras, en los últimos días se han producido nuevos hallazgos arqueológicos que permiten intuir el poderío económico de los Señores de Cameros. La cuarta campaña de excavaciones en el promontorio de la fortaleza comenzó hace alrededor de una semana y, en poco tiempo, ha desenterrado cerámicas prácticamente enteras (cuencos, tazas y alguna cazuela) y restos escultóricos en muy buen estado de conservación, como columnas con pan de oro. «Esto nos da idea de que se trataba de un castillo con bastantes lujos», comenta el alcalde de Nalda, Daniel Osés, para quien la cantidad y el valor de las piezas que se han sacado en tan escasas jornadas le lleva a afirmar que «nos encontramos ante un filón».

Economía de la comarca

«Están saliendo cosas muy chulas de cara a su musealización», otra de las derivadas de este proyecto de recuperación y puesta en valor de los restos de esta atalaya sobre el valle del Iregua que se inició a finales del 2012. Los recientes descubrimientos trasladan una imagen de la vida cotidiana en la fortaleza medieval, pero también de la actividad económica en la comarca. Nalda siempre se ha caracterizado por su vinculación al cultivo de frutales. El hallazgo de huesos de ciruelas, cerezas y melocotones en las habitaciones interiores de la construcción confirman que los campos que rodean la localidad producen estos frutos desde antiguo.

El descubrimiento de elementos más cercanos al devenir cotidiano se debe a que, con la nueva campaña, las catas se centran en el entorno de la cara norte de las murallas y tocan a los muros de la fortaleza y a sus estancias interiores. De forma paralela, se consolidará el perímetro de muralla en su lado norte. La Consejería de Cultura financia de forma íntegra esta actuación, que se prolongará hasta el verano, con 47.853 euros.

La valorización de las ruinas del conjunto arqueológico no sólo han desentrañado una parte muy importante del pasado de esta población, sino que se han erigido en un destacado atractivo turístico. «Viene bastante gente a visitar el castillo», asevera Osés. El Ayuntamiento quiere aprovechar este reclamo para «promocionar» los otros recursos del municipio: los dólmenes, los palomares, el parque de Islallana y el valle del Iregua. «Queremos que una vez que los visitantes vengan, se queden a pasar todo el día en Nalda».