LA IMPORTANCIA DEL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE NÍVAR

LA IMPORTANCIA DEL YACIMIENTO ARQUEOLÓGICO DE NÍVAR

Recientemente se ha denunciado la destrucción y expolio del yacimiento arqueólogico de época tardorromana y altomedieval de Nívar (Granada). El Grupo de Investigación "Toponimia, Historia y Arqueología", respondiendo a la solicitud de un grupo de ciudadanos, encabezados por la formación política de Izquierda Unida, ha elaborado un informe acerca del yacimiento, los restos que pueden contemplarse, su nivel de destrucción, y la importancia que dicho yacimiento tiene a nivel histórico, arqueólogico, patrimonial y paisajístico.


En el término municipal de Nívar se encuentra el Cerro del Castillejo, donde desde hace ya mucho tiempo se conocía la existencia de restos arqueológicos, e incluso hay menciones en las fuentes escritas donde se puede identificar claramente el topónimo ya en el siglo IX. Desde hace algo más de una década, los restos arqueológicos del lugar han sido incluidos en varios libros especializados, que resaltan la importancia del yacimiento en la secuencia histórica regional. Al reconocerse en la cima además los escasos restos de un castillo medieval, el sitio se encuentra protegido por las leyes españolas y andaluzas de patrimonio histórico, que definen los sitios fortificados en general como de gran valor histórico, y por tanto defendidos contra las alteraciones no autorizadas. Se conocían además de antiguo los restos de una necrópolis, con tumbas esculpidas en piedra, y se sabía también de la aparición de numerosos restos de cerámica y materiales de construcción en las laderas sur y este del cerro.

A pesar de todo ello, el ayuntamiento de la localidad ha autorizado la construcción de una urbanización en el lugar, para lo cual será necesario practicar desmontes significativos de tierra y provocar la alteración total del paisaje de la colina. Tal actuación ya es en sí misma perniciosa para el municipio, puesto que además del impacto paisajístico, exigirá el desvío de recursos de abastecimiento a las nuevas viviendas. Pero más allá del problema medioambiental, la construcción de la urbanización exige la destrucción total del yacimiento arqueológico, una decisión para la cual el ayuntamiento no tiene ninguna competencia y que es en sí misma completamente inmoral, puesto que el patrimonio histórico pertenece a toda la Humanidad. Por ello, las obras se iniciaron sin el conocimiento de la autoridad competente sobre el patrimonio, la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía.

Afortunadamente, un grupo de ciudadanos concienciados de Nívar decidió plantar cara al ayuntamiento y denunció la situación, protesta recogida y apoyada por la agrupación municipal de Izquierda Unida. Se realizó la denuncia en la Delegación de Cultura de la Junta de Andalucía en Granada y, después de un trámite de dos semanas, que ha permitido un avance significativo en los desmontes, se ha anunciado la paralización de las obras para la segunda semana de mayo. Izquierda Unida contactó también con el grupo de investigación “Toponimia, Historia y Arqueología del Reino de Granada”, de la Universidad de Granada. Los arqueólogos de este equipo recorrimos el sitio acompañados de los denunciantes y pudimos hacer una primera evaluación de la importancia y extensión del yacimiento y del grado de alteración de los restos arqueológicos.


El yacimiento del Castillejo en Nívar es mucho más que un castillo y más que una necrópolis. Los estudios realizados hasta ahora habían permitido suponer la existencia de una alquería o asentamiento campesino en el sitio, lo que se ha visto confirmado por el reconocimiento. Los materiales exhumados en el movimiento de tierras nos permiten sostener una datación de entre los siglos VI y VII hasta no más allá del IX para los restos medievales, aunque también se encuentran restos prehistóricos que requerirán análisis más concienzudos por parte de especialistas pertinentes. Más aún, la extensión del yacimiento es impresionante, ya que se han reconocido suelos de ocupación con materiales medievales en la ladera oriental, a más de doscientos metros de distancia de la cumbre del cerro, y no se ha podido reconocer todavía el límite del asentamiento. Para las dimensiones de lo que se supone una alquería de esta época, el tamaño es muy grande. La extensión del yacimiento se confirma por lo tanto en las laderas sur y este, pero no puede descartarse la existencia de más restos en entornos del cerro o incluso anexos a él.

Todas estas características convierten al Castillejo de Nívar en un yacimiento único. En la Vega de Granada, una tesis doctoral presentada recientemente por un miembro de nuestro grupo de investigación ha conseguido localizar quizás tres yacimientos más de la misma época, pero el Castillejo está mejor conservado y cuenta en todos los casos con una mejor accesibilidad para su estudio. Además ofrece unas características que lo hacen especialmente atractivo, como la aparente ausencia de cerámicas vidriadas y de cerámicas tardorromanas de lujo, o la aparición de tumbas excavadas con diferentes orientaciones y rituales, lo que permite situarlo precisamente en el punto crucial de la llamada transición del siglo VIII: el momento en el que comienza el cambio de la antigua sociedad visigótica a la recién entrada sociedad islámica. Pese a todos los prejuicios que se puedan tener, se trata de un proceso histórico apasionante y desgraciadamente muy desconocido, donde dos mundos diferentes se encuentran con una mezcla de recelo y curiosidad, pero definitivamente sin el encono que caracteriza a las etapas medievales posteriores. Parte del desconocimiento que tenemos se debe sin duda a que en estos momentos no se crearon monumentos de la entidad de la Alhambra o los castillos de frontera nazaríes, mucho más visibles e imponentes. Sin embargo, hay que tener en cuenta que el Castillejo de Nívar es testigo de la época en la que va a comenzar la gestación de la Vega de Granada tal y como la conocemos hoy en día: la introducción de los sistemas de regadío y de las especies agrícolas que han llegado hasta nuestros días (como la granada, los cítricos, etc.) provocaron el cambio de la sociedad y fueron en cierto sentido responsables del abandono del Castillejo por el emplazamiento actual de Nívar (puesto que no se podían adaptar los sistemas de regadío al sitio del castillo). El yacimiento arqueológico de Nívar tiene una importancia excepcional para comprender todo este entramado.

Nívar es por tanto un enclave privilegiado para conocer la historia local y regional de Granada, y, más allá, para entender los procesos de encuentro entre dos culturas diferentes, lo que lo convierte en un yacimiento de una importancia fundamental en el conocimiento de la Historia de la Humanidad, más aún hoy en día, donde la convivencia entre diferentes culturas en un mismo territorio está al orden del día.

Hay pocos yacimientos que reúnan estas características en el mundo, y los granadinos, de ciudad y de provincia, deberían defender como tesoros patrimoniales yacimientos como el Castillejo de Nívar, el Cerro del Cuco de Cogollos, el barrio de la Esperanza de Loja y el Cerro de la Solana de la Verdeja de Villanueva de Mesía, por poner sólo algunos ejemplos de casos no monumentales, pero importantes. Dicha defensa debe incluir no sólo la protección frente a la especulación y la explotación urbanísticas, sino también la exigencia a las autoridades de la realización de estudios adecuados y detallados, entre ellos una excavación arqueológica en extensión, y la puesta en valor del patrimonio para que genere unos beneficios sociales con rendimientos mucho más generales y limpios que los provenientes de la especulación urbanística, que a largo plazo beneficia a una minoría solamente. Granada debe ser consciente que actos como el de presentar candidatura de la Alhambra a las siete maravillas del mundo sin una preocupación por el patrimonio histórico no serían sino un acto de orgullo vano e hipócrita.

Como expertos en el tema que se trata, y con el convencimiento de que los resultados de esta acción tendrán gran valor para la sociedad, solicitamos a los ciudadanos de Nívar y a todos los granadinos que hagan cuanto esté en su mano por la protección del yacimiento, su investigación pertinente y su puesta en valor.
Grupo de Investigación “Toponimia, Historia y Arqueología del Reino de Granada”