Pasión por la arqueología y por la gente: entrevista a Cláudio Torres
Por Antonio Malpica Cuello. Catedrático de Historia Medieval en el Dpto. de Historia Medieval y Ciencias y Técnicas Historiográficas de la Universidad de Granada
28/8/10
En esta breve entrevista, Antonio Malpica recoge lo esencial de sus conversaciones con Cláudio Figuerido Torres en Mértola. Es director del Campo Arqueológico de Mértola (Portugal). La villa está situada en el Alentejo portugués y, gracias a su riqueza arqueológica y monumental, es conocida entre los arqueólogos y la mayoría de la población. Para Cláudio la dimensión social de la arqueología es esencial. En esta breve conversación se puede apreciar el valor de la práctica científica en la dinámica de desarrollo de las poblaciones. El ejemplo de Mértola es fundamental y parece oportuno que hablemos sobre él. Lazer Epilasyon Mezoterapi Botoks - Kırışıklık Tedavisi - Peeling Anti Aging Cilt Bakımı ben aldırma
Entrevista realizada por Antonio Malpica a Cláudio Torres, director del Campo Arqueológico de Mértola (Portugal) y profesor de historia medieval en la Universidad de Lisboa.
Antonio Malpica: ¿Cuándo llegas a Mértola por vez primera?
Cláudio Torres: Llegué por vez primera en el año 1978. El alcalde de Mértola era mi alumno en la Facultad de Letras y había salido elegido recientemente alcalde de aquí. Estaba haciendo un trabajo de Historia con la documentación de los archivos del Ayuntamiento. Por eso, nos trajo aquí a António Borges Coelho, que también era su profesor en Lisboa, y a mí. Nos invitó a visitar su tierra. Había sido elegido, como cabeza de lista del Partido Comunista Portugués, para hacer muchas cosas: la Reforma Agraria, el movimiento político de renovación, proyectos… Sin embargo, la cámara municipal, el ayuntamiento era bastante pobre, tenía un solo coche. En ese año de 1978 empezamos. Vinimos por vez primera en septiembre para hablar, la segunda vez fue ya para hacer excavaciones. Encontramos cerámica en el castillo y por todas partes aparecían pruebas de la presencia musulmana, de tal forma que decidimos hacer un proyecto de colaboración entre la Facultad de Letras de la Universidad de Lisboa y el Municipio de Mértola.
A. M. ¿Y a partir de ahí tiene continuidad?
C. T. Todos los años veníamos con los alumnos. Empezó en el verano del 78 y después cada año veníamos en vacaciones de Navidad, Pascua, verano… Se organizaron los archivos históricos y se empezó a tratar también la primera exposición sobre el pueblo al años siguiente, en 1979.
A. M. ¿Y desde el principio pensaste en organizar Mértola como una villa-museo o fue algo que se desarrolló luego?
C. T. No, fue un proceso muy lento, muy lento. El primer trabajo aquí fue conscientemente de carácter político. Consistió en intentar crear un centro de investigación para el desarrollo del pueblo, o sea, cundo se implantó la Reforma Agraria hubo una tentativa de crear un nuevo proyecto de desarrollo local, de crear un polo de desarrollo científico para generar un desarrollo económico. Y ha estado ligado a la investigación científica desde el inicio. Esto estaba muy claro para todo el equipo. Ya a partir del segundo año una parte del equipo se quedó aquí todo el año. Queríamos que se trataba de crear una estructura científica, arqueológica, etnográfica…, de Historia clásica, medieval, etc., por un lado, y tener contactos con la población fuera de la investigación científica, por otro. También era necesario que esta experiencia se conociera a través de publicaciones en revistas científicas, en revistas especializadas, pero era obligado asimismo crear un lenguaje didáctico para la gente a través de la museología. El segundo año se realizó una gran exposición en el pueblo para mostrar lo que se estaba haciendo y lo que queríamos hacer, y eso fue muy importante, porque movilizó a la gente y generó una dinámica muy fuerte, los vecinos llegaban con cosas que tenían en sus casas y las entregaba a la exposición…, De ese modo se ha creado un movimiento dinámico para desarrollar una forma distinta de abordar la investigación científica. Era una investigación científica, pero también una investigación para divulgar, una divulgación museográfica, mostrar a través de museos de una forma didáctica lo que ocurre en la investigación.
A. M. Quiere decir que el ambiente que tuviste aquí fue un ambiente favorable…
C. T. Claro, totalmente.
A. M. De la mayoría de la población…
C. T. Toda la población con el alcalde, todo el equipo político…Había una identidad muy fuerte, se discutían políticamente todas las acciones del ayuntamiento, los problemas del planteamiento del territorio… Al segundo año parte de nuestro equipo, donde había un arquitecto, empezamos a hacer el levantamiento de todas las casas replica watches de la Vila Vieja: levantamiento, dibujo, fotografía…, entendido como arqueología vertical, para crear una dinámica de recuperación de la Vila Vieja. Aún hoy ese levantamiento es fundamental, está en los archivos del Ayuntamiento. Es el primero que hay en un pueblo medieval, todas las casas, todas las puertas y ventanas, interiores, los muebles… está todo dibujado y fotografiado. Al año siguiente llegamos a un acuerdo con la Facultad de Arquitectura de Lisboa para hacer un proyecto de arquitectura con los levantamientos hechos por nosotros, o sea, después de los levantamientos, los arquitectos hacían proyectos de recuperación, por ejemplo, para modernizar las cocinas o los cuartos de baño. Fue muy importante para los arquitectos jóvenes. Y aún hoy en el Ayuntamiento están los proyectos a disposición de todos los que quieran remodelar su casa. En tal caso, tienen el proyecto hecho.
A. M. ¿Cómo se veía esto desde el punto de vista académico?
C. T. Ha sido… polémico. Yo estaba haciendo un trabajo muy fuerte de actividad científica, cultural y política y cuando vine a Mértola y corté con la Universidad, las opciones eran conseguir la carrera académica y hacer el doctorado o cortar y venir para un trabajo de terreno. Mis colegas más reaccionarios me acusaron de agit pro en la prensa.(1)
A. M. Pero ha habido colaboración de profesores de la Universidad…
C. T. Claro, toda la gente de izquierdas más importante, como Borges Coelho, Mattoso…., el equipo de la Universidad, todos me han apoyado siempre y, más aún, han venido y han empezado a trabajar aquí. Ha sido muy importante porque después el propio trabajo se ha impuesto en el mundo académico y empezó a ser respetado académicamente hasta el momento en que cuaja y gano el premio nacional más importante, el PESSOA, luego me dan el doctorado Honoris Causa por la Universidad de Évora. Ha sido muy importante para poder participar en la estructura académica como hoy lo hago. Todo gracias a este reconocimiento académico.
A. M. Dentro del grupo de Mértola hay gente que ha obtenido su doctorado y sigue trabajando en la vida académica, o por lo menos se mantiene una relación con el mundo académico.
C. T. Cierto, Santiago Macias, Susana Gómez, por ejemplo. Ahora tenemos un Campo Arqueológico y once doctorandos. Por tanto optan a trabajar con nosotros, pertenecen orgánicamente al equipo del Campo Arqueológico. Esto ha sido también importante en la forma de trabajar con otras universidades, por ejemplo con Coimbra, que no tiene tantos doctorandos como nosotros, para hacer un intercambio y una fusión, o trabajar en conjunto con Coimbra y con Faro. Ha sido decisivo para imponer el en mundo académico nuestra autoridad.
A. M. Seguís manteniendo una serie de publicaciones…
C. T. ¿Las publicaciones? Si, lo importante ha sido la revista, la revista de Arqueologia Medieval que continúa saliendo regularmente una vez al año desde hace doce y que ha sido una publicación sistemática que ha servido para informar de nuestra investigación científica. Pero para nosotros lo más importante es la parte museográfica y para el desarrollo local. Ahora hay aquí cerca de diez museos que han permitido crear efectivamente un desarrollo muy fuerte, con 30.000 visitantes al año, en un pueblo al que no venía a nadie, ningún turista. Este tipo de visitantes han permitido crear un ambiente de turismo cultural muy fuerte y ha generado un desarrollo local. Hoy la gente en este pueblo sabe que su futuro pasa por el turismo cultural, la arqueología y los museos.
A. M. Se puede por tanto decir que habéis apostado por un desarrollo sostenible del territorio.
C. T. En este momento creo que si. Nuestro equipo ha ganado la batalla y ahora sólo falta, digamos, consolidar la estructura política, porque entre tanto la derecha ha obtenido el Ayuntamiento. Todo este desarrollo local ha creado una clase rica que ha surgido de los museos y ha formado una clase media, que, como es normal, vota a la derecha. Por tanto, se ha dado una situación nueva aquí. El Partido Comunista tenía una ventaja incuestionable y segura aquí, y ahora toda la derecha se ha reunido en torno al Partido Socialista Portugués, que se ha convertido en el representante de toda la derecha. La Cámara Municipal ha creado una cierta hostilidad al trabajo del Campo, porque no le gusta la militancia política que continuamos asumiendo en nuestro trabajo. En este momento hay una relación difícil, bastante tensa, porque el Ayuntamiento ha cortado todos los apoyos financieros al proyecto. Trabajamos prácticamente solos, dependiendo de proyectos nacionales o internacionales y el Ayuntamiento ha intentado financiar otros que no tienen nada que ver con nuestro principal proyecto.
A. M. ¿Tu crees que el Ayuntamiento actual tiene un proyecto distinto?
C. T. Lo ha intentado todo para cambiarlo, ha alimentado las mentalidades más retrógradas. Nosotros hemos apostado fuerte por la Vila Vieja, la llave del proyecto de Mértola, un conjunto excepcional. Esta Cámara ha desviado los proyectos por ejemplo de repavimentación de las calles o recuperación de las casas en ruinas, proyectos que teníamos abiertos, la compra de casas para recuperarlas y alquilarlas a jóvenes para dar una nueva fuerza a la Vila Vieja…, ha invertido millones para arreglar la Vila Nueva, para alimentar a la pequeña burguesía local, para organizar todo como las ciudades importantes del país, olvidando totalmente a la Vila Vieja.
A. M. ¿Crees que el conocimiento científico, en este caso fundamentalmente el arqueológico, tiene una dimensión social insoslayable y que. por tanto, tiene una aplicación directa en la vida de las personas?
C. T. Esto es un poco la filosofía de nuestra actuación. En el Alentejo, todo el interior del territorio, como en toda la Península Ibérica, se ha desplazado a las ciudades del litoral, al Algarve, por varias razones, la más importante el abandono de la agricultura y la desaparición de la base económica, que se ha trasladado a la costa. Otra causa es la escuela, que mitifica la ciudad y localiza el desarrollo y el futuro siempre en la ciudad. Da un visión negativa del mundo rural, el analfabeto es el campesino, por lo que el niño empieza a despreciar a su abuelo y a su padre, y se marcha al desarrollo, al brillo de la ciudad. Es un desarrollo negativo para todo el interior, al que lo único que le resta es su pasado, su memoria y su patrimonio cultural y natural. Es la única riqueza que le queda como elemento identitario y como elemento que hipotéticamente va a tener un papel más importante en el futuro, o sea, cuando la ciudad sea totalmente inhabitable y se transforme en un espacio salvaje de agresión y de polución, va a haber un retroceso. Todos nosotros sabemos eso, los jóvenes quieren ya empezar a criar a sus hijos no en la gran ciudad litoral, sino que intentan llevarlos al interior. Este proceso psicológico y físico es trascendental para el futuro. Este futuro va a pasar, estoy convencido, por esta recuperación del interior, donde el único elemento positivo es el patrimonio y la memoria excepcionales del pasado, porque el patrimonio urbano litoral está destruido por el cemento. El resto está en el interior, que por razones físicas no ha sido llevado a los museos nacionales. Otra riqueza fundamental es la agricultura, porque nosotros vamos a seguir comiendo de la tierra, y esa tierra limpia está en el interior. Por tanto, junto al patrimonio y la memoria está ese mundo, más o menos paraíso perdido para los pobres. El interior ha de prepararse con cuidado para el regreso no asegurado de los que se van. Pero hay otro proceso curioso, los que regresan de la ciudad, y, principalmente nosotros, la masa gris, cada vez más fuerte que quiere regresar al interior y que hoy es técnicamente viable. Actualmente un investigador puede trabajar en el interior a través de la red informática y de mecanismos de teletrabajo, lo que es una novedad. Hay que preparar este futuro, esta estructura ideológica ligada al interior y principalmente recuperar la tierra a través de los nuevos campesinos e intentar recoger toda la información de los campesinos viejos antes que desaparezcan, todo su saber, su calidad excepcional sobre un territorio, para guardarlo en nuestros museos, nuestras bibliotecas y nuestros archivos. Este saber va a ser vital para el futuro del hombre.
A. M. La siguiente pregunta era complementaria de la anterior, ¿qué deben hacer las poblaciones como Mértola para consolidar esta dinámica de dar una alternativa al desarrollo que hoy día padecemos? Pero ya la has respondido prácticamente, por lo que considero necesario a continuación es plantearte si toda la infraestructura que habéis creado en Mértola, ¿es suficiente para una primera etapa de este nuevo desarrollo?
C. T. No, aún no. Ya tenemos montada una superestructura científica sobre una estructura simbólica muy importante en este sentido, pero falta aún la tierra, los campesinos. Lo que no hemos sabido y podido hacer es recuperar esta tierra y la estructura agraria y aplicar las nuevas ciencias agrícolas, la agricultura biológica. La creación de un Parque Natural, del cual he sido director durante diez años, era precisamente para organizar una nueva visión de la tierra. No lo he conseguido, he fracasado y por eso he abandonado también el Parque. Lo más importante aquí sería que el Parque Natural fuera una especie de ejemplo para toda la gente y que pudiera aplicarlo. En esta región era fundamental, por ejemplo, crear mecanismos de protección para los rebaños y organizar un control de calidad. En esto debemos jugar fortísimo en la calidad y no en la cantidad, lo que pasa por la cría de un cordero ecológico, más caro, pero con una altísima calidad en su alimentación. No lo he conseguido.
A. M. ¿Existirá Mértola después de Cláudio Torres como proyecto?
C. T. Seguramente sí, es inevitable, porque hay centenares de personas que viven por este fenómeno.
A. M. Pero hay un peligro que tu mismo has dicho, se ha creado una burguesía nueva.
C. T. Claro, por eso hemos perdido las elecciones, por eso ha ganado la derecha. Pero lo interesante, y políticamente lo que defiendo, es que hay que dar el poder a la derecha para que vea cómo funcionan las cosas o cómo no funcionan, la gente ha visto cómo no funcionan. Ganará otra vez la izquierda. No es teoría, es la práctica.
Notas
(1) Se refiere a la agitación y propaganda. Agit pro en el argot de los partidos comunistas y sus militantes.
Cláudio Torres
Claudio Torres es licenciado en Historia y Teoría del Arte, director del Campo Arqueológico de Mértola, presidente de dirección de ICOMOS-Portugal, profesor de Historia Medieval en la Universidad de Lisboa y Doctor Honoris Causa por la Universidad de Évora. Es además un cualificado experto del periodo islámico en la Península Ibérica, campo al que tiene dedicados numerosos trabajos como arqueólogo e investigador. Fundador y director de la revista "Arqueología Medieval", comisario de numerosas exposiciones y otras actividades sobre el Islam en Portugal, ha sido igualmente jefe de la División Socio Cultural de la Cámara Municipal de Mértola y presidente de la Comisión Directiva del Parque Natural del Valle del Guadiana.
Autor de numerosos trabajos y publicaciones referentes a la historia de la civilización islámica en Portugal, aparte su labor como arqueólogo, investigador, y profesor, desarrolla una intensa labor de divulgación en relación a esta materia.
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