Las acequias, las fuentes públicas y la muralla. Tres infraestructuras básicas en la configuración de la ciudad medieval de Guadix
Por Sofia RAYA GARCÍA. Estudiante
22/11/06
INDICE
1. INTRODUCCIÓN
2. LA MURALLA
2.1 INTRODUCCIÓN
2.2 TRAZADO
2.3 SISTEMAS CONSTRUCTIVOS
2.4 PLANIMETRÍA
3. LAS ACEQUIAS
3.1 INTRODUCCIÓN
3.2 ACEQUIA DE LA CIUDAD Y ACEQUIA DE RANAS
3.2.1 TRAZADO
3.2.2 PLANIMETRÍA
4. REDES DE DISTRIBUCIÓN DE AGUA A FUENTES PÚBLICAS
4.1 INTRODUCCIÓN
4.2 GALERÍAS
4.2.1 TRAZADO
4.2.2 PLANIMETRÍA Y SECCIONES TIPO
1. INTRODUCCIÓN
GUADIX y su comarca quedan situadas en la Alta Andalucía, ocupando la zona centras de la provincia de Granada, en lo que se denomina geomorfológicamente surco penibético.
La hoya de Guadix se extiende entre los límites de las provincias de Almería y Jaén, concretamente en una latitud norte de 37 grados, 18 minutos; y una longitud de 0 grados, 33 minutos; siendo su altitud de 915 metros sobre el nivel del mar.
El contexto físico general de dicha región está profundamente influenciado por su situación entre las cordilleras Béticas y Penibéticas, y por el curso del río Fardes; accidentes geográficos que permitn a la población de la zona de las distintas épocas adoptar hábitats que van desde las terrazas fluviales hasta los altozanos de la comarca.
La ciudad se sitúa sobre una topografía accidentada y dominada por el “casco antiguo”, ubicado en la zona mas elevada de Guadix, sobre un cerro con pendientes bastante pronunciadas.
La ciudad de Guadix presenta en su solar una ocupación desde la prehistoria hasta nuestros días.
Los primeros indicios del poblamiento se remontan a la Edad del Bronce y más concretament a la llamada cultura argárica, hacia mediados del II milenio a. C.
La presencia del mundo ibérico está claramente documentada, hasta que en el año 45 a. C, se funda la Colonia Iulia Gemella Acci.
A la hora de justificar esta fundación hay que tener en cuenta su ubicación en un lugar estratégico con respecto a las vías de comunicación existentes; y es que aquí se unían la vía Hercúlea y la vía Augusta.
Esta situación privilegiada dio lugar a un desarrollo urbanístico en torno a una planta hipodámica con sus dos ejes fundamentales: El cardus, en las calles Barradas e Ibañez; y el decumanus, en la calle Concepción.
A partir de aquí, se crearían toda una serie de infraestructuras y edificios monumentales básicos en toda colonia romana: templos, basílicas y otros edificios ubicados en el foro; así como unas termas y una necrópolis que completarían esa ubicación.
Según las distintas investigaciones realizadas, la necrópolis estaría situada en la Placeta Osorio, y las termas en el actual Convento de la Concepción.
Parece que a finales del siglo IX, el caudillo Sawwar instaló en Acci a la tribu Beni Sami y repartió las tierras entre sus familias.
Él se instalaría en el castillo situado en lo más alto de la colina, para desde allí controlar a la población.
Los campesinos desarrollarían entonces un importante sistema hidráulico, con el consiguiente desarrollo de una agricultura irrigada, que permitiría cultivar nuevos productos, así como obtener un excedente de producción, que podrían usar en sus intercambios.
Sería entonces cuando se produjo el desarrollo urbanístico de la ciudad, con el consiguiente amurallamiento que abarca una medina claramente definida en el siglo XII.
Estas ideas, unidas al estudio del trazado de las acequias, nos llevan a afirmar, casi con toda seguridad que el poblamiento de la ciudad fue posterior al del campo, es decir, primero se organizó el campo y sus sistemas de riego, para finalmente urbanizar y fortificar la ciudad.
Si bien esto es cierto, se trataría del esquema propio de las sociedades tributario-mercantiles, pues habría una organización del campo unido a una jerarquización de la sociedad, así como unos excedentes que podrían ser vendidos.
Hemos hecho así un breve recorrido por lo que sería la Guadix como colonia romana, y la Guadix como ciudad medieval consolidada a partir de los siglos XI-XII. Pero, ¿Qué pasó en el tránsito de la época tardoantigua a la altomedieval?
Si tenemos en cuenta lo ocurrido en Italia, (lo conocemos bien debido a la gran cantidad de excavaciones arqueológicas realizadas en este país, y a magníficas obras como “Villa to Village” de Francovich y Hodges) podríamos decir que la caída del Imperio romano supuso una recesión de la vida urbana, con la consiguiente destrucción de la red de poblamiento y las actividades económicas que sostenía.
Pero no obstante, el análisis de las fuentes arqueológicas al respecto, no ha hecho más que comenzar en España.
En Guadix, parece que hay constancia de que alrededor de los siglos III-IV, la ciudad perdió peso.
Probablemente es lo que ocurrió. La caída del Imperio romano provocaría una crisis total en el ámbito urbano, desapareciendo muchas de sus estructuras.
Gran parte de la población viviría en sus villae, a las afueras de Guadix como tal, de los beneficios proporcionados por la agricultura; hasta la llegada de los musulmanes y su ocupación de la colina donde se desarrollaría la ciudad medieval.
Obviamente, esto deberá ser contrastado arqueológicamente, pues no son más que una serie de ideas obtenidas a partir de mis mínimos conocimientos.
Esta falta de datos sobre el tránsito de la Antigüedad Tardía a la Edad Media fue lo que llevó plantearme el estudio, más o menos correcto, de estas tres infraestructuras básicas en el desarrollo de la ciudad medieval: la muralla, las acequias y las galerías, que dan una imagen creo que bastante aproximada de lo que sería la ciudad en estos momentos.
Aún queda mucho por hacer, pues se debe estudiar hasta qué punto afectó la crisis al asentamiento urbano, y contrastarlo con la llegada de loa árabes y los cambios que produjeron en el territorio, para lo que hará falta un profundo estudio arqueológico, que de hecho ya ha comenzado a partir de un sondeo de georradar, realizado por el grupo de investigación de electromagnetismo de la Universidad de Granada, con el fin de documentar el subsuelo del recinto de la Alcazaba, donde suponemos se encuentran los restos de la primera ciudad construida tras la llegada de los árabes.
Sin duda se trata de un importante estudio, y de una información esencial a la hora de proponer la metodología a seguir en las futuras excavaciones arqueológicas en este recinto.
2. LA MURALLA MEDIEVAL
2.1 INTRUDUCCIÓN
Todas las ciudades en la Edad Media de la Península Ibérica estuvieron rodeadas de una muralla, lo que las convierte en enclaves fortificados.
El espacio delimitado por la muralla es la Medina, o ciudad propiamente dicha, dentro de la cual se levantaban los diferentes edificios: baños, mezquitas, zocos, alcaicerías…
La muralla solía estar construida en piedra o tapial, y estaba jalonada por torreones.
Es evidente que la función más directa era la de controlar y proteger a los que allí vivían.
A pesar de que la muralla pueda ser un elemento definitorio de cualquier ciudad, no es la única fortificación que podemos encontrar en ella.
Toda ciudad está al servicio de un sistema político, que ejerce un control del territorio y de la población.
Así, dentro del propio recinto urbano se organiza un espacio donde se genera el centro de poder, que también se fortifica. Se trata del recinto conocido ciudadela o alcazaba.
La Alcazaba era el recinto fortificado, residencia de quien lo encarna. Solían estar ubicadas en un extremo de la ciudad, y en una zona elevada que posibilitase una mejor defensa, a la vez que realzase su carácter de dominio.
En las ciudades musulmanas, una vez garantizados los recursos de suministro de agua, se elegía el lugar que iba a ocupar la alcazaba, y a partir de ahí, se trazaba el límite del perímetro amurallado; dejando claro así el importante papel que cumplía este edificio en las ciudades andalusíes.
En el interior de la Alcazaba se situaba la residencia del gobernador y los edificios destinados al alojamiento del personal bajo sus órdenes; pero además podrían encontrarse una mezquita, unos baños o un aljibe, imprescindibles para el abastecimiento de agua.
Este parece ser el esquema que se sigue en al construcción del recinto amurallado de la ciudad musulmana de Guadix, pues la Alcazaba se encuentra en un lugar elevado y funciona a modo de eje vertebrador de todo el recinto amurallado.
Este recinto conservado no parece ser anterior al siglo XII, aunque es posible que hubiese sido edificado ya en un periodo anterior.
La alcazaba sería construida por el ya mencionado Sawwar, caudillo que se instalaría aquí y desde donde podría ejercer un mayor y mejor dominio de la población. Posiblemente, aunque no esté constatado arqueológicamente, aquí habría un aljibe, unos baños y hasta una mezquita.
Previamente a la fortificación de la ciudad se había conseguido canalizar el agua, para su uso tanto en los campos como en la ciudad, a partir de una red de acequias y galerías que hacían circular el agua por toda la Medina.
2.2 SISTEMAS CONSTRUCTIVOS
En cuanto al sistema constructivo utilizado en la muralla y la Alcazaba, podemos decir que se usa principalmente el tapial.
El tapial se realizaba mediante unos tableros de madera (hormas) a modo de moldes separados entre sí por la anchura del muro y sostenidos por travesaños (agujas) entre los que se iban echando los diferentes materiales constructivos: piedra, grava, arena, cal… que se iban conformando en el molde al ser humedecidos, batidos y apisonados.
Los agujeros del tapial o mechinales eran camuflados mediante revestidos de cal o pintados imitando en ocasiones la sillería.
El mortero, que servía para fraguar esta obra cuando era apisonada la tapia, afluía por todas las superficies, dándole un aspecto casi uniforme, y más tarde se recubrían o enlucían.
Los materiales que lo componían eran la piedra, arena y arcilla, junto con la cal, en una proporción que se determinaba según el edificio y el tipo de muro.
El tapial puede ser de dos tipos:
 De cal y canto A base de grandes cantos y mortero, dispuestos en capas o tongadas.
 De cal y costra A base de mortero y pequeñas piedrecitas.
Ambos tipos de tapial quedan reflejados a lo largo de todo el perímetro de la muralla y la alcazaba.
En algunos tramos donde el enlucido se ha perdido, como en los lienzos de la Alcazaba que dan a la calle muralla, se pueden observar las ya mencionadas tongadas de cal y canto, así como las de cal y costra.
Asimismo en el Torreón del Ferro y las diferentes torres de la Alcazaba, se pueden observar los mechinales, reflejo de esta técnica constructiva.
2.3 TRAZADO DE LA MURALLA
La muralla medieval de la ciudad de Guadix está claramente visible en gran parte de su trazado, bien por la existencia de restos emergentes de la misma o porque las investigaciones arqueológicas llevadas a cabo han evidenciado su existencia; quedando algunos tramos fundamentalmente al norte y al Este que aunque no son visibles, pueden intuirse con relativa facilidad.
En la planimetría correspondiente al trazado de la muralla, se han grafiado con línea doble continua los tramos constatados de la misma; representando con línea discontinua aquellos tramos cuyo trazado es supuesto, al no haber sido confirmado aún por las correspondientes investigaciones.
La zona más visible es evidentemente la correspondiente a la alcazaba, que se encuentra en la parte más alta del recinto amurallado, y que aunque reconstruida por “regiones devastadas” con un mal criterio en los años 50; al haberse realizado ésta sobre los restos de la muralla original, han permitido que el trazado de la misma no se haya alterado, al menos sustancialmente.
Si hacemos un recorrido en el sentido de las agujas del reloj, partiendo del punto más meridional, que es como decíamos la Alcazaba, nos encontraremos con los lienzos que discurren paralelos a la calle San Miguel, hasta el Torreón del Ferro.
La muralla es prácticamente visible en todo el tramo de la calle Muralla y Calle Almoralejo, perdiéndose únicamente entre la Plaza del Correo Viejo y la Cuesta de las Angustias, y volviendo a aparecer en la Calle Benavides, y hasta el Torreón del Ferro.
El primer tramo de Calle Muralla son restos emergentes, mientras que el segundo en Calle Benavides ha sido visible como resultado de la investigación arqueológica.
Las edificaciones de uso residencial se han ido adosando a la muralla, y constituyéndose en algunos casos incluso sobre la misma, utilizándolo como base de cimentación. Lo podemos observar en las fotografías siguientes.
Se rastrean en este tramo dos puertas de acceso al recinto amurallado: Bib-Paulenca y Bib-Granada, situadas sobre lo que hoy son la Calle Doctor Oliva y Cuesta de las Angustias; ésta última frente al arco de mensafíes, situado e el segundo recinto de murallas.
En el Torreón del Ferro, la muralla da un giro de 90 grados y presenta su lateral norte en un frente de 450 metros lineales; donde son visibles el primer tramo hasta el Palacio de Villa Alegre, tanto con restos emergentes (Torreón del Ferro), como con restos excavados (Junto al citado palacio).
Existe un pequeño tramo bajo la Catedral, en lo que ocupa hoy el museo catedralicio; y en la Plaza de las palomas aparecen denuevo unos restos, éstos recientemente excavados, donde se evidencia en su parte más baja una construcción mediante cajones de tapial de cal y canto.
El resto de este lienzo de muralla es fácilmente imaginable, igual que la Barbacana que la defiende; rastreándose en este tramo una puerta, la Bib-Baza, frente al Arco de San Torcuato (también sobre el segundo recinto amurallado), en lo que es hoy la Calle Carnecería, muy fácil de identificar por su acceso en recodo. En esta puerta, se encontraba una fuente pública hoy inexistente, llamada Caño de la Serena.
Al llegar a la actual Calle Ancha, se produce un nuevo giro de 90 grados, y la muralla discurre paralela a dicha calle buscando el Palacio de Peñaflor y la Alcazaba.
En esta calle, se han adosado a los paños de muralla edificaciones en todo su recorrido, por lo que permanece oculta en toda su longitud; habiéndose constatado en varios puntos como consecuencia de obras de rehabilitación en las viviendas, y estando retranqueada de la alineación actual de la calle entre 4 y 8 metros, es decir, entre una o dos crujías constructivas.
En este tramo se rastrean dos puertas; la Bib-Almazán que da acceso a la Plaza de las Palomas mediante doble recodo; y la Bib-Rambla en la zona conocida hoy como Puerta Alta, donde se sitúa el caño de Santiago.
La muralla se une aquí al recinto de la Alcazaba para cerrar el cinturón amurallado de la ciudad medieval.
La Alcazaba es el embrión de esta ciudad medieval, y sobre una extensión comprendida entre una y dos hectáreas, desarrolla dos niveles claramente diferenciados.: El primero sobre la cota 940, en que suponemos se encuentra el origen de la ciudad medieval; y el segundo sobre la cota 950 y que debió constituir la fortaleza militar de la misma.
Todo el conjunto de la Alcazaba ha sido incluido en el Programa de Recuperación de Espacios Públicos de la Junta de Andalucía; estando en el momento actual elaborándose los estudios previos de la actuación, no solo encaminados al plan director de la misma, sino incluso con vistas a la futura investigación arqueológica.
Respecto a estos estudios previos, se han realizado unos sondeos con georadar, en colaboración con la Universidad de Granada, dirigidos por el catedrático Don Rafael Gómez, que junto con el equipo de colaboradores tratan de obtener la información más completa posible de la estructura del subsuelo, con vistas a encaminar en la mejor dirección las excavaciones arqueológicas que confirmen nuestras hipótesis.
3. LA RED DE ACEQUIAS
3.1 INTRODUCCIÓN
El agua es un bien esencial para la vida, y para el desarrollo de una sociedad.
El agua es la base sobre la que se asienta una determinada organización social, que con su acción modifica el medio natural.
Estas modificaciones suponen sustituciones de ecosistemas, así como la instalación de un sistema hidráulico.
En Andalus, todo esto queda bien reflejado.
Los cultivos esenciales eran la tríada Mediterránea: trigo, vid y olivo, que están adaptados a un clima seco y a unas condiciones meteorológicas determinadas. Con la aparición del regadío, se introducen en nuestros campos especies nuevas, lo que genera espacios nuevos con unas especies adaptadas al nuevo ecosistema.
La obtención, conducción y distribución del agua se relaciona así con las actividades productivas y la organización del espacio.
Queda claro por tanto, que el uso del agua cambió sustancialmente el paisaje, pues introdujo unos productos nuevos y supuso además una nueva organización del territorio, a partir de unas conducciones y estructuras para el abastecimiento del agua a los campos.
El principal modo de conducción de agua a los campos es la ACEQUIA, palabra que designa a los canales a través de los que fluye el agua para regar.
En este sistema, un elemento fundamental es la pendiente, necesaria para que el agua fluya, y por lo cual es lógico ver que por encima de éstas no hay tierras cultivadas.
Generalmente, se distinguen acequias madres, que constituyen el eje del sistema, y acequias secundarias, que parten de la principal para llevar el agua a las diferentes zonas donde fuese necesario.
Mediante estas acequias, se procede a la distribución del agua para el riego, utilizándose distintos medios. El principal es el partidor, que es una apertura en el recorrido de la acequia, cuya función es desviar el agua hacia los campos o las acequias secundarias.
Los sistemas para abrir o cerrar los partidores son compuertas de madera o metálicas, cemento, tierra…
Las acequias suelen estar construidas sobre una base de piedra unidas con mortero; aunque en la actualidad las encontramos cubiertas con cemento.
Algunos sistemas de regadío, tienen provistas acequias de desagüe para impedir que los sobrantes estropeen las cosechas. Éstas derivan el agua a un río o torrente para su posterior uso; o la almacenan en albercas y aljibes.
Este sistema de conducción y control del agua existió en la ciudad musulmana de Guadix, donde la irrigación y en consecuencia los cultivos adquirieron un papel fundamental en el desarrollo de la vida en esta ciudad.
3.2 ACEQUIA DE LA CIUDAD Y ACEQUIA DE RANAS
3.2.1 TRAZADO
La ciudad de Guadix, se encuentra bordeada al Este y al Oeste, por dos corredores de terrenos de vega de gran importancia agrícola, a saber, el valle del río Guadix y el Valle de la Rambla de Paulenca respectivamente, que se unen al norte de la ciudad para continuar en dirección N-NW en ambos márgenes del río hasta las vegas de Benalúa y Fonelas.
Estos terrenos se encuentran irrigados por una importante red de acequias que permiten una explotación intensiva, desde el punto de vista agrario, de los mismos; lo que avala una ocupación poblacional dispersa en los campos de cultivo antes de concentrase en torno a la ciudad. Podría tratarse por tanto de villae que explotan su territorio más inmediato hasta el gran desarrollo urbano de la ciudad.
Dada la limitación impuesta por la propia extensión del trabajo, así como del objetivo perseguido, que no es otro que establecer la influencia que pudieron tener las infraestructuras de riego (acequias) en la formación de la ciudad; nos vamos a limitar al Valle del río Guadix, aguas arriba de la ciudad, es decir, hacia el valle del Zalabi, y dentro de esta zona a las dos acequias que inciden directamente sobre el recinto amurallado y su entorno. Estamos hablando de la Acequia de Ranas y la Acequia de la Ciudad.
Desde el Valle del Zalabi y aproximadamente desde al cota 950 a ambos márgenes del río, discurren las acequias de centenares, la ciudad, ranas, Lupe, Rapales, Almecín y Chiribaile, siendo la de la ciudad fundamentalmente y la de ranas las que fertilizaban los terrenos próximos al recinto amurallado e incluso en el interior del mismo.
La acequia de ranas discurre al Norte del recinto amurallado y regaba los campos próximos a la ciudad, a la vez que recogía los sobrantes de al acequia de la ciudad a través de múltiples descargaderos que ésta tenía en cada uno de sus ramales
En cuanto a la acequia de la ciudad, se aproxima a la misma por el oeste, en la cota 950 sobre el nivel del mar, haciéndolo en cauce abierto y rodeando lo que hoy conocemos como Cerros de Medina, hasta cruzar la Rambla del Patrón, introduciéndose entonces en zona habitada en la actualidad, mediante conducción subterránea. En concreto en la Calle Pasillo, teniendo un primer ramal de derivación que riega las huertas existentes junto a la referida Rambla del Patrón.
En este primer tramo, solo tenemos referencia de sus características por un hundimiento que se produjo a principios de la década de los 90; siendo una conducción de paredes de fábrica de ladrillo y cobertura de placas irregulares de piedra.
Atraviesa el barrio de la Roda Contar, con un segundo ramal que deriva a los huertos de Santa Ana, Chorro Gordo y Arrecife, hasta volver a aparecer en la calle Obispo Rincón.
En concreto, nos encontramos en el numero 11 donde tiene un partidor que divide las aguas hacia el barrio de Santa Ana, donde existen aún huertos urbanos importantes: Huerta de Carrasco y de Cristo de limpias.
El ramal principal continúa bordeando la Calle de la Gloria, regando las huertas de las pastoras hasta un nuevo partidor situado en la plaza de Pedro de Mendoza, al pie mismo del recinto amurallado.
Todas las huertas hasta ahora referenciadas existen en la actualidad como huertos urbanos, pero ni que decir tiene que en el siglo XI y XII a que nos estamos refiriendo, cuando se produjo el amurallamiento de la ciudad; éstas huertas eran parte de una estructura agraria más amplia y perfectamente organizada, que debió de preceder en el tiempo a la formación de la ciudad como núcleo agrupado en torno a una estructura propia de las sociedades tributario-mercantiles.
Con esto quiero decir, que el desarrollo de este sistema agrario daría lugar a un importante excedente que podría haber sido usado en los intercambios con otras zonas.
Volviendo al trazado final de la acequia de la ciudad; en la arqueta partidor existente en la Plaza Pedro de Mendoza, se produce una nueva división de sus aguas. Una parte de ésta, es desviada hacia el oeste para irrigar el hoy conocido como Barrio de San Miguel, extramuros de la ciudad, conde se encuentran la Huerta Milla, Huerta de Santo Domingo, Huertas Bajas o Huertas de los Lao…
La otra parte se adentra en el recinto amurallado a través de al calle Amezcua.
Las características constructivas de la conducción en este tramo puede observarse en la fotografía siguiente, donde podemos apreciar solera de piedra, muros de fábrica de ladrillo macizo y bóveda de cañón elaborada igualmente con ladrillo macizo con una altura de 70 centímetros de ancho y 40 centímetros de ancho.
Una vez dentro del recinto amurallado de la ciudad medieval, la conducción de la acequia de la ciudad se ramifica en tres ocasiones a través de tres nuevos partidores que se situaban en la Calle Ibañez, en la Plaza del Álamo y en la Plaza del Conde Duque, fertilizando la parte oeste del recinto amurallado.
Examinando el trazado descrito en la planimetría correspondiente, he obtenido una serie de ideas o conclusiones que a continuación expongo:
a) En primer lugar, cabe decir que se contaba con una estructura agraria compleja y organizada, con una importante red de acequias que fertilizaban el Valle del Río Guadix, que llegan a los terrenos colindantes, e incluso al recinto amurallado, llegando a penetrar en el interior de la ciudad medieval.
b) En segundo lugar, podemos decir, que si dividimos el recinto amurallado en dos mitades a través de la Calle Concepción (antiguo cardus romano); observamos como la mitad oeste cuenta con una red de riego completa, mientras que la mietad Este carece por completo d red de riegos, lo que nos hace aventurar una ocupación poblacional en la zona definida por la alcazaba, Concepción, Catedral, Plaza de las Palomas y Calle Ancha. Sin embargo, en la mitad oeste, definida por la calle de la Concepción y San Miguel, esta secuencia de ocupación debió de ser posterior o al menos más dispersa mezclando zonas de cultivo con zonas habitadas.
c) Por último, diremos que el recinto de la alcazaba se encuentra en el punto más alto de la ciudad amurallada y éste a su vez se encuentra a unos 8 metros más alto que la acequia de la ciudad, por lo que debería existir algún sistema de elevación que debería ubicarse sobre el trazado de la calle Amezcua
4. REDES DE DISTRIBUCIÓN DE AGUA A FUENTES PÚBLICAS.
4.1 INTRODUCCIÓN
Del mismo modo que las zonas de cultivo tuvieron una necesidad de agua, solucionada a partir de la instauración de un sistema de acequias; el entramado urbano mostraría asimismo esa carencia de agua.
Y es que a lo largo de la historia, el abastecimiento de agua a las ciudades ha sido un tema primordial, siendo además una infraestructura básica éstas, realizándose bien a través de pozos perforados en el interior de las viviendas, o bien a través de fuentes o caños públicos distribuidos en la trama de la ciudad.
La ciudad de Guadix, tal y como hemos dicho, tendrá que solucionar ese problema de abastecimiento de agua, y el sistema utilizado para ello es la instauración de un sistema de galerías o qanats que llevaban el agua a las fuentes públicas o caños.
El sistema de qanats o galerías consiste en captar agua de un acuífero y gracias a una galería con poca pendiente, drenar el agua hacia el exterior.
Las galerías están conectadas al exterior a partir de pozos que permitían evacuar materiales durante su creación, así como ventilar la galería una vez construida.
En el caso concreto de la ciudad de Guadix, el agua es captada de los manantiales próximos a la Ermita Nueva, y desde allí se distribuye por todo el recinto amurallado, y sus alrededores.
4.2 GALERÍAS
4.2.1 SECCIONES TIPO Y TRAZADO
En la ciudad de Guadix, se rastrean hasta cinco canalizaciones diferentes, si bien nuestro estudio se centrará en la que hemos denominado Galería número 1, caño de Santiago, por entender que es la que condiciona el desarrollo de la ciudad medieval, al ser la única que penetra en el interior del recinto amurallado.
Las cinco canalizaciones aludidas y recogidas en la planimetría correspondiente son:
 Galería número 1 Caño de Santiago, Hospital…
 Galería número 2 Convento de Santiago
 Galería número 3 Caño de Santa Ana
 Galería número 4 Caño de San Antón
 Galería número 5 Caño de San Miguel
Como hemos dicho, nuestro estudio se centra en la Galería número 1, que abastece y distribuye las fuentes y caños del interior del recinto amurallado.
Las secciones tipo de esta galería están recogidas en el plano correspondiente y referenciadas como Alzados 1, 2, 3, 4, y 5.
Si bien de una manera general queremos reseñar que la distribución de las fuentes públicas en la ciudad de Guadix, presenta una ordenación muy clara con dos de ellas situadas fuera del espacio amurallado: Caño de Santa Ana y Caño de San Antón.
El primero, es para abastecimiento del arrabal del mismo nombre; y el segundo, a caballo entre la ciudad y el arrabal de Paulenca.
Otras tres fuentes se adosan prácticamente a la muralla, cubriendo los flancos Norte, Este y Oeste, y próximas a las puertas de acceso.
Así, tenemos al Norte el caño de la Serena, junto a la Bib-Baza; al Este el Caño de Satiago, junto a la Bib-Rambla; y al Oeste el caño de San Miguel (hoy desaparecido), entre las Bib-Paulenca y la Bib-Granada.
Por último, la red interior de la ciudad, que abastece a la mitad Este del recinto amurallado, es decir a la mitad contraria que irrigaba la acequia de la ciudad; confirmando o cuando menos potenciando que el espacio situado al Este del recinto medieval debió de tener una ocupación residencial más temprana, mientras que la mitad oeste que contenía terrenos explotados agricolamente, debió ocuparse posteriormente.
Las características constructivas de la Galería número 1 son muy similares en todo su trazado, variando mínimamente sus dimensiones, (como puede apreciarse en las secciones o alzados contenidos en la planimetría) y estando constituidos en sus paredes laterales por muros realizados con cajones de tapial, posiblemente de cal y canto, y cobertura de bóveda de cañón continua, ejecutada con rosca de ladrillo tomada con mortero de cal.
El pavimento está realizado con losas de arcilla cocida, dejando en el centro un canal de dimensiones 15 centímetros x 8 centímetros, también de arcilla cocida por la que circula el agua; siendo interumpida periodicamente por la colocación de un recipiente similar a una orza, igualmente de arcilla cocida, ando continuidad a la canalización por rebosamiento de la misma y haciendo las veces estas orzas de decatadores de partículas en suspensión (arenas o limazos)
El trazado de esta galería número 1, tiene su origen extramuros de la ciudad, con varios radiales de captación situados en la Calle Fuente Mejías, Placeta de los Ocones y Carrera de las Cruces, confluyendo todas en la Cañada de los Perales, a una profundidad de 5 metros aproximadamente bajo la rasante actual de la calle.
En este punto de Cañada de los Perales se produjo un hundimiento de la galería a principios de los 70, lo que hizo que se cortara la continuidad de la misma, impidiendo el paso del agua, por lo que los caños dejaron de ser operativos, y haciendo además que la galería, aguas arriba de este punto, esté inundada al no poder circular libremente el agua de las captaciones.
Continúa el trazado subterráneo de la galería bordeando la muralla hasta la derivación al Caño de Santiago, existiendo en este tramo varias chimeneas de ventilación de altura variable, oscilando entre 9 y 10 metros; siendo de ladrillo macizo y con oquedades o mechinales que facilitan su acceso y escalada.
La Galería penetraba en el recinto amurallado por donde debía estar ubicada la Bib-Rambla, si bien en trazado subterráneo, a unos 10 metros por debajo de la rasante actual. Inmediatamente de traspasar la muralla, se encuentra otra chimenea de ventilación; y sobre la galería una arqueta partido de piedra, donde se produce una ramificación del trazado con dos brazos.
Uno de esos brazos, el que nace a la derecha de la arqueta en el sentido del avance del agua, nos conducirá a través de la Calle Barradas hasta el actual convento de la Concepción; hoy convento de clausura, pero posiblemente albergara anteriormente unos baños.
Al llegar al convento se acaba la galería, si bien y siguiendo el trazado de la Calle Concepción, continúa en conducción de atanores llevando el agua hasta las proximidades de la Catedral (anteriormente mezquita), hasta un caño público hoy desaparecido, pero que se situaba frente a la actual puerta de Santiago, donde se situaba también el acceso a la mezquita.
Volviendo a la arqueta partidor de piedra a la que antes nos referíamos, el otro ramal continúa por la Calle Santisteban hasta una pequeña habitación de reducidas dimensiones, que se corresponde con el alzado 3 de la planimetría, y donde se produce un cambio de dirección para pasar a la Calle Abentofail.
Aquí, nuevamente se ramifica con un brazo que se dirige hacia el antiguo hospital Real, y que no puede ser medido ni referenciado porque un muro de ejecución posterior a la galería impedía el paso. Otro brazo alimenta el Caño del Hospital y nuevamente a partir de aquí la galería vuelve a pasar a conducción de atanores para llevar el agua a través de la Plaza de las Palomas hasta la Bib-Baza, donde se encontraba el Caño de la Serena.
Mención aparte merece una ramificación de la galería que deriva de una toma aproximadamente un metro antes de la arqueta partidor de piedra y que en paralelo al brazo que abastecía los baños del convento de la concepción, se dirige al pozo aljibe del Seminario, dándose la circunstancia de que esta galería está simplemente excavada en la tierra, sin revestir y con arcos de ladrillo cada cierta distancia a modo de entibamientos. Debió de ser posterior posiblemente a la galería original.
Como podemos ver en la planimetría adjunta, si comparamos la red de acequias con la red de fuentes públicas en el interior del recinto amurallado, éstos no se superponen en ningún momento, estando claramente diferenciadas dos mitades por la calle de la Concepción: A la derecha bajando dicha calle, es decir, al Este, la red de fuente públicas; y a la izquierda, osea, al oeste, la red de riego de al acequia de la ciudad.
Esto parece evidenciar dos secuencias de ocupación diferentes en ambas zonas en la ciudad medieval, pues la mitad izquierda estaría dedicada en un primer momento al menos a la actividad agrícola a partir de villaes, mientras que en la parte derecha es donde se produciría el importante desarrollo urbano.
No obstante, esta hipótesis deberá de confirmarse con futura investigaciones y excavaciones.
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RAYA PRAENA, Inmaculada; BURGOS JUAREZ, Antonio; LIZCANO PRESTEL, Rafael; PEREZ BAREAS, Cristobal Y FERNANDEZ-ARAGÓN SANCHEZ, Ignacio. Carta arqueológica.
RODRIGUEZ MOLINA, Jose. Regadío Medieval andaluz orologi replica
TRILLO SANJOSÉ, Carmen. Agua, tierra y hombres en Al-Andalus. La dimensión agrícola del mundo nazarí.
TRILLO SANJOSÉ, Carmen. Asentamientos rurales y territorio en el Mediterraneo Medieval.
La fortaleza medieval, realidad y símbolo. XV Asamblea general de la sociedad española de estudios medievales.
1. INTRODUCCIÓN
2. LA MURALLA
2.1 INTRODUCCIÓN
2.2 TRAZADO
2.3 SISTEMAS CONSTRUCTIVOS
2.4 PLANIMETRÍA
3. LAS ACEQUIAS
3.1 INTRODUCCIÓN
3.2 ACEQUIA DE LA CIUDAD Y ACEQUIA DE RANAS
3.2.1 TRAZADO
3.2.2 PLANIMETRÍA
4. REDES DE DISTRIBUCIÓN DE AGUA A FUENTES PÚBLICAS
4.1 INTRODUCCIÓN
4.2 GALERÍAS
4.2.1 TRAZADO
4.2.2 PLANIMETRÍA Y SECCIONES TIPO
1. INTRODUCCIÓN
GUADIX y su comarca quedan situadas en la Alta Andalucía, ocupando la zona centras de la provincia de Granada, en lo que se denomina geomorfológicamente surco penibético.
La hoya de Guadix se extiende entre los límites de las provincias de Almería y Jaén, concretamente en una latitud norte de 37 grados, 18 minutos; y una longitud de 0 grados, 33 minutos; siendo su altitud de 915 metros sobre el nivel del mar.
El contexto físico general de dicha región está profundamente influenciado por su situación entre las cordilleras Béticas y Penibéticas, y por el curso del río Fardes; accidentes geográficos que permitn a la población de la zona de las distintas épocas adoptar hábitats que van desde las terrazas fluviales hasta los altozanos de la comarca.
La ciudad se sitúa sobre una topografía accidentada y dominada por el “casco antiguo”, ubicado en la zona mas elevada de Guadix, sobre un cerro con pendientes bastante pronunciadas.
La ciudad de Guadix presenta en su solar una ocupación desde la prehistoria hasta nuestros días.
Los primeros indicios del poblamiento se remontan a la Edad del Bronce y más concretament a la llamada cultura argárica, hacia mediados del II milenio a. C.
La presencia del mundo ibérico está claramente documentada, hasta que en el año 45 a. C, se funda la Colonia Iulia Gemella Acci.
A la hora de justificar esta fundación hay que tener en cuenta su ubicación en un lugar estratégico con respecto a las vías de comunicación existentes; y es que aquí se unían la vía Hercúlea y la vía Augusta.
Esta situación privilegiada dio lugar a un desarrollo urbanístico en torno a una planta hipodámica con sus dos ejes fundamentales: El cardus, en las calles Barradas e Ibañez; y el decumanus, en la calle Concepción.
A partir de aquí, se crearían toda una serie de infraestructuras y edificios monumentales básicos en toda colonia romana: templos, basílicas y otros edificios ubicados en el foro; así como unas termas y una necrópolis que completarían esa ubicación.
Según las distintas investigaciones realizadas, la necrópolis estaría situada en la Placeta Osorio, y las termas en el actual Convento de la Concepción.
Parece que a finales del siglo IX, el caudillo Sawwar instaló en Acci a la tribu Beni Sami y repartió las tierras entre sus familias.
Él se instalaría en el castillo situado en lo más alto de la colina, para desde allí controlar a la población.
Los campesinos desarrollarían entonces un importante sistema hidráulico, con el consiguiente desarrollo de una agricultura irrigada, que permitiría cultivar nuevos productos, así como obtener un excedente de producción, que podrían usar en sus intercambios.
Sería entonces cuando se produjo el desarrollo urbanístico de la ciudad, con el consiguiente amurallamiento que abarca una medina claramente definida en el siglo XII.
Estas ideas, unidas al estudio del trazado de las acequias, nos llevan a afirmar, casi con toda seguridad que el poblamiento de la ciudad fue posterior al del campo, es decir, primero se organizó el campo y sus sistemas de riego, para finalmente urbanizar y fortificar la ciudad.
Si bien esto es cierto, se trataría del esquema propio de las sociedades tributario-mercantiles, pues habría una organización del campo unido a una jerarquización de la sociedad, así como unos excedentes que podrían ser vendidos.
Hemos hecho así un breve recorrido por lo que sería la Guadix como colonia romana, y la Guadix como ciudad medieval consolidada a partir de los siglos XI-XII. Pero, ¿Qué pasó en el tránsito de la época tardoantigua a la altomedieval?
Si tenemos en cuenta lo ocurrido en Italia, (lo conocemos bien debido a la gran cantidad de excavaciones arqueológicas realizadas en este país, y a magníficas obras como “Villa to Village” de Francovich y Hodges) podríamos decir que la caída del Imperio romano supuso una recesión de la vida urbana, con la consiguiente destrucción de la red de poblamiento y las actividades económicas que sostenía.
Pero no obstante, el análisis de las fuentes arqueológicas al respecto, no ha hecho más que comenzar en España.
En Guadix, parece que hay constancia de que alrededor de los siglos III-IV, la ciudad perdió peso.
Probablemente es lo que ocurrió. La caída del Imperio romano provocaría una crisis total en el ámbito urbano, desapareciendo muchas de sus estructuras.
Gran parte de la población viviría en sus villae, a las afueras de Guadix como tal, de los beneficios proporcionados por la agricultura; hasta la llegada de los musulmanes y su ocupación de la colina donde se desarrollaría la ciudad medieval.
Obviamente, esto deberá ser contrastado arqueológicamente, pues no son más que una serie de ideas obtenidas a partir de mis mínimos conocimientos.
Esta falta de datos sobre el tránsito de la Antigüedad Tardía a la Edad Media fue lo que llevó plantearme el estudio, más o menos correcto, de estas tres infraestructuras básicas en el desarrollo de la ciudad medieval: la muralla, las acequias y las galerías, que dan una imagen creo que bastante aproximada de lo que sería la ciudad en estos momentos.
Aún queda mucho por hacer, pues se debe estudiar hasta qué punto afectó la crisis al asentamiento urbano, y contrastarlo con la llegada de loa árabes y los cambios que produjeron en el territorio, para lo que hará falta un profundo estudio arqueológico, que de hecho ya ha comenzado a partir de un sondeo de georradar, realizado por el grupo de investigación de electromagnetismo de la Universidad de Granada, con el fin de documentar el subsuelo del recinto de la Alcazaba, donde suponemos se encuentran los restos de la primera ciudad construida tras la llegada de los árabes.
Sin duda se trata de un importante estudio, y de una información esencial a la hora de proponer la metodología a seguir en las futuras excavaciones arqueológicas en este recinto.
2. LA MURALLA MEDIEVAL
2.1 INTRUDUCCIÓN
Todas las ciudades en la Edad Media de la Península Ibérica estuvieron rodeadas de una muralla, lo que las convierte en enclaves fortificados.
El espacio delimitado por la muralla es la Medina, o ciudad propiamente dicha, dentro de la cual se levantaban los diferentes edificios: baños, mezquitas, zocos, alcaicerías…
La muralla solía estar construida en piedra o tapial, y estaba jalonada por torreones.
Es evidente que la función más directa era la de controlar y proteger a los que allí vivían.
A pesar de que la muralla pueda ser un elemento definitorio de cualquier ciudad, no es la única fortificación que podemos encontrar en ella.
Toda ciudad está al servicio de un sistema político, que ejerce un control del territorio y de la población.
Así, dentro del propio recinto urbano se organiza un espacio donde se genera el centro de poder, que también se fortifica. Se trata del recinto conocido ciudadela o alcazaba.
La Alcazaba era el recinto fortificado, residencia de quien lo encarna. Solían estar ubicadas en un extremo de la ciudad, y en una zona elevada que posibilitase una mejor defensa, a la vez que realzase su carácter de dominio.
En las ciudades musulmanas, una vez garantizados los recursos de suministro de agua, se elegía el lugar que iba a ocupar la alcazaba, y a partir de ahí, se trazaba el límite del perímetro amurallado; dejando claro así el importante papel que cumplía este edificio en las ciudades andalusíes.
En el interior de la Alcazaba se situaba la residencia del gobernador y los edificios destinados al alojamiento del personal bajo sus órdenes; pero además podrían encontrarse una mezquita, unos baños o un aljibe, imprescindibles para el abastecimiento de agua.
Este parece ser el esquema que se sigue en al construcción del recinto amurallado de la ciudad musulmana de Guadix, pues la Alcazaba se encuentra en un lugar elevado y funciona a modo de eje vertebrador de todo el recinto amurallado.
Este recinto conservado no parece ser anterior al siglo XII, aunque es posible que hubiese sido edificado ya en un periodo anterior.
La alcazaba sería construida por el ya mencionado Sawwar, caudillo que se instalaría aquí y desde donde podría ejercer un mayor y mejor dominio de la población. Posiblemente, aunque no esté constatado arqueológicamente, aquí habría un aljibe, unos baños y hasta una mezquita.
Previamente a la fortificación de la ciudad se había conseguido canalizar el agua, para su uso tanto en los campos como en la ciudad, a partir de una red de acequias y galerías que hacían circular el agua por toda la Medina.
2.2 SISTEMAS CONSTRUCTIVOS
En cuanto al sistema constructivo utilizado en la muralla y la Alcazaba, podemos decir que se usa principalmente el tapial.
El tapial se realizaba mediante unos tableros de madera (hormas) a modo de moldes separados entre sí por la anchura del muro y sostenidos por travesaños (agujas) entre los que se iban echando los diferentes materiales constructivos: piedra, grava, arena, cal… que se iban conformando en el molde al ser humedecidos, batidos y apisonados.
Los agujeros del tapial o mechinales eran camuflados mediante revestidos de cal o pintados imitando en ocasiones la sillería.
El mortero, que servía para fraguar esta obra cuando era apisonada la tapia, afluía por todas las superficies, dándole un aspecto casi uniforme, y más tarde se recubrían o enlucían.
Los materiales que lo componían eran la piedra, arena y arcilla, junto con la cal, en una proporción que se determinaba según el edificio y el tipo de muro.
El tapial puede ser de dos tipos:
 De cal y canto A base de grandes cantos y mortero, dispuestos en capas o tongadas.
 De cal y costra A base de mortero y pequeñas piedrecitas.
Ambos tipos de tapial quedan reflejados a lo largo de todo el perímetro de la muralla y la alcazaba.
En algunos tramos donde el enlucido se ha perdido, como en los lienzos de la Alcazaba que dan a la calle muralla, se pueden observar las ya mencionadas tongadas de cal y canto, así como las de cal y costra.
Asimismo en el Torreón del Ferro y las diferentes torres de la Alcazaba, se pueden observar los mechinales, reflejo de esta técnica constructiva.
2.3 TRAZADO DE LA MURALLA
La muralla medieval de la ciudad de Guadix está claramente visible en gran parte de su trazado, bien por la existencia de restos emergentes de la misma o porque las investigaciones arqueológicas llevadas a cabo han evidenciado su existencia; quedando algunos tramos fundamentalmente al norte y al Este que aunque no son visibles, pueden intuirse con relativa facilidad.
En la planimetría correspondiente al trazado de la muralla, se han grafiado con línea doble continua los tramos constatados de la misma; representando con línea discontinua aquellos tramos cuyo trazado es supuesto, al no haber sido confirmado aún por las correspondientes investigaciones.
La zona más visible es evidentemente la correspondiente a la alcazaba, que se encuentra en la parte más alta del recinto amurallado, y que aunque reconstruida por “regiones devastadas” con un mal criterio en los años 50; al haberse realizado ésta sobre los restos de la muralla original, han permitido que el trazado de la misma no se haya alterado, al menos sustancialmente.
Si hacemos un recorrido en el sentido de las agujas del reloj, partiendo del punto más meridional, que es como decíamos la Alcazaba, nos encontraremos con los lienzos que discurren paralelos a la calle San Miguel, hasta el Torreón del Ferro.
La muralla es prácticamente visible en todo el tramo de la calle Muralla y Calle Almoralejo, perdiéndose únicamente entre la Plaza del Correo Viejo y la Cuesta de las Angustias, y volviendo a aparecer en la Calle Benavides, y hasta el Torreón del Ferro.
El primer tramo de Calle Muralla son restos emergentes, mientras que el segundo en Calle Benavides ha sido visible como resultado de la investigación arqueológica.
Las edificaciones de uso residencial se han ido adosando a la muralla, y constituyéndose en algunos casos incluso sobre la misma, utilizándolo como base de cimentación. Lo podemos observar en las fotografías siguientes.
Se rastrean en este tramo dos puertas de acceso al recinto amurallado: Bib-Paulenca y Bib-Granada, situadas sobre lo que hoy son la Calle Doctor Oliva y Cuesta de las Angustias; ésta última frente al arco de mensafíes, situado e el segundo recinto de murallas.
En el Torreón del Ferro, la muralla da un giro de 90 grados y presenta su lateral norte en un frente de 450 metros lineales; donde son visibles el primer tramo hasta el Palacio de Villa Alegre, tanto con restos emergentes (Torreón del Ferro), como con restos excavados (Junto al citado palacio).
Existe un pequeño tramo bajo la Catedral, en lo que ocupa hoy el museo catedralicio; y en la Plaza de las palomas aparecen denuevo unos restos, éstos recientemente excavados, donde se evidencia en su parte más baja una construcción mediante cajones de tapial de cal y canto.
El resto de este lienzo de muralla es fácilmente imaginable, igual que la Barbacana que la defiende; rastreándose en este tramo una puerta, la Bib-Baza, frente al Arco de San Torcuato (también sobre el segundo recinto amurallado), en lo que es hoy la Calle Carnecería, muy fácil de identificar por su acceso en recodo. En esta puerta, se encontraba una fuente pública hoy inexistente, llamada Caño de la Serena.
Al llegar a la actual Calle Ancha, se produce un nuevo giro de 90 grados, y la muralla discurre paralela a dicha calle buscando el Palacio de Peñaflor y la Alcazaba.
En esta calle, se han adosado a los paños de muralla edificaciones en todo su recorrido, por lo que permanece oculta en toda su longitud; habiéndose constatado en varios puntos como consecuencia de obras de rehabilitación en las viviendas, y estando retranqueada de la alineación actual de la calle entre 4 y 8 metros, es decir, entre una o dos crujías constructivas.
En este tramo se rastrean dos puertas; la Bib-Almazán que da acceso a la Plaza de las Palomas mediante doble recodo; y la Bib-Rambla en la zona conocida hoy como Puerta Alta, donde se sitúa el caño de Santiago.
La muralla se une aquí al recinto de la Alcazaba para cerrar el cinturón amurallado de la ciudad medieval.
La Alcazaba es el embrión de esta ciudad medieval, y sobre una extensión comprendida entre una y dos hectáreas, desarrolla dos niveles claramente diferenciados.: El primero sobre la cota 940, en que suponemos se encuentra el origen de la ciudad medieval; y el segundo sobre la cota 950 y que debió constituir la fortaleza militar de la misma.
Todo el conjunto de la Alcazaba ha sido incluido en el Programa de Recuperación de Espacios Públicos de la Junta de Andalucía; estando en el momento actual elaborándose los estudios previos de la actuación, no solo encaminados al plan director de la misma, sino incluso con vistas a la futura investigación arqueológica.
Respecto a estos estudios previos, se han realizado unos sondeos con georadar, en colaboración con la Universidad de Granada, dirigidos por el catedrático Don Rafael Gómez, que junto con el equipo de colaboradores tratan de obtener la información más completa posible de la estructura del subsuelo, con vistas a encaminar en la mejor dirección las excavaciones arqueológicas que confirmen nuestras hipótesis.
3. LA RED DE ACEQUIAS
3.1 INTRODUCCIÓN
El agua es un bien esencial para la vida, y para el desarrollo de una sociedad.
El agua es la base sobre la que se asienta una determinada organización social, que con su acción modifica el medio natural.
Estas modificaciones suponen sustituciones de ecosistemas, así como la instalación de un sistema hidráulico.
En Andalus, todo esto queda bien reflejado.
Los cultivos esenciales eran la tríada Mediterránea: trigo, vid y olivo, que están adaptados a un clima seco y a unas condiciones meteorológicas determinadas. Con la aparición del regadío, se introducen en nuestros campos especies nuevas, lo que genera espacios nuevos con unas especies adaptadas al nuevo ecosistema.
La obtención, conducción y distribución del agua se relaciona así con las actividades productivas y la organización del espacio.
Queda claro por tanto, que el uso del agua cambió sustancialmente el paisaje, pues introdujo unos productos nuevos y supuso además una nueva organización del territorio, a partir de unas conducciones y estructuras para el abastecimiento del agua a los campos.
El principal modo de conducción de agua a los campos es la ACEQUIA, palabra que designa a los canales a través de los que fluye el agua para regar.
En este sistema, un elemento fundamental es la pendiente, necesaria para que el agua fluya, y por lo cual es lógico ver que por encima de éstas no hay tierras cultivadas.
Generalmente, se distinguen acequias madres, que constituyen el eje del sistema, y acequias secundarias, que parten de la principal para llevar el agua a las diferentes zonas donde fuese necesario.
Mediante estas acequias, se procede a la distribución del agua para el riego, utilizándose distintos medios. El principal es el partidor, que es una apertura en el recorrido de la acequia, cuya función es desviar el agua hacia los campos o las acequias secundarias.
Los sistemas para abrir o cerrar los partidores son compuertas de madera o metálicas, cemento, tierra…
Las acequias suelen estar construidas sobre una base de piedra unidas con mortero; aunque en la actualidad las encontramos cubiertas con cemento.
Algunos sistemas de regadío, tienen provistas acequias de desagüe para impedir que los sobrantes estropeen las cosechas. Éstas derivan el agua a un río o torrente para su posterior uso; o la almacenan en albercas y aljibes.
Este sistema de conducción y control del agua existió en la ciudad musulmana de Guadix, donde la irrigación y en consecuencia los cultivos adquirieron un papel fundamental en el desarrollo de la vida en esta ciudad.
3.2 ACEQUIA DE LA CIUDAD Y ACEQUIA DE RANAS
3.2.1 TRAZADO
La ciudad de Guadix, se encuentra bordeada al Este y al Oeste, por dos corredores de terrenos de vega de gran importancia agrícola, a saber, el valle del río Guadix y el Valle de la Rambla de Paulenca respectivamente, que se unen al norte de la ciudad para continuar en dirección N-NW en ambos márgenes del río hasta las vegas de Benalúa y Fonelas.
Estos terrenos se encuentran irrigados por una importante red de acequias que permiten una explotación intensiva, desde el punto de vista agrario, de los mismos; lo que avala una ocupación poblacional dispersa en los campos de cultivo antes de concentrase en torno a la ciudad. Podría tratarse por tanto de villae que explotan su territorio más inmediato hasta el gran desarrollo urbano de la ciudad.
Dada la limitación impuesta por la propia extensión del trabajo, así como del objetivo perseguido, que no es otro que establecer la influencia que pudieron tener las infraestructuras de riego (acequias) en la formación de la ciudad; nos vamos a limitar al Valle del río Guadix, aguas arriba de la ciudad, es decir, hacia el valle del Zalabi, y dentro de esta zona a las dos acequias que inciden directamente sobre el recinto amurallado y su entorno. Estamos hablando de la Acequia de Ranas y la Acequia de la Ciudad.
Desde el Valle del Zalabi y aproximadamente desde al cota 950 a ambos márgenes del río, discurren las acequias de centenares, la ciudad, ranas, Lupe, Rapales, Almecín y Chiribaile, siendo la de la ciudad fundamentalmente y la de ranas las que fertilizaban los terrenos próximos al recinto amurallado e incluso en el interior del mismo.
La acequia de ranas discurre al Norte del recinto amurallado y regaba los campos próximos a la ciudad, a la vez que recogía los sobrantes de al acequia de la ciudad a través de múltiples descargaderos que ésta tenía en cada uno de sus ramales
En cuanto a la acequia de la ciudad, se aproxima a la misma por el oeste, en la cota 950 sobre el nivel del mar, haciéndolo en cauce abierto y rodeando lo que hoy conocemos como Cerros de Medina, hasta cruzar la Rambla del Patrón, introduciéndose entonces en zona habitada en la actualidad, mediante conducción subterránea. En concreto en la Calle Pasillo, teniendo un primer ramal de derivación que riega las huertas existentes junto a la referida Rambla del Patrón.
En este primer tramo, solo tenemos referencia de sus características por un hundimiento que se produjo a principios de la década de los 90; siendo una conducción de paredes de fábrica de ladrillo y cobertura de placas irregulares de piedra.
Atraviesa el barrio de la Roda Contar, con un segundo ramal que deriva a los huertos de Santa Ana, Chorro Gordo y Arrecife, hasta volver a aparecer en la calle Obispo Rincón.
En concreto, nos encontramos en el numero 11 donde tiene un partidor que divide las aguas hacia el barrio de Santa Ana, donde existen aún huertos urbanos importantes: Huerta de Carrasco y de Cristo de limpias.
El ramal principal continúa bordeando la Calle de la Gloria, regando las huertas de las pastoras hasta un nuevo partidor situado en la plaza de Pedro de Mendoza, al pie mismo del recinto amurallado.
Todas las huertas hasta ahora referenciadas existen en la actualidad como huertos urbanos, pero ni que decir tiene que en el siglo XI y XII a que nos estamos refiriendo, cuando se produjo el amurallamiento de la ciudad; éstas huertas eran parte de una estructura agraria más amplia y perfectamente organizada, que debió de preceder en el tiempo a la formación de la ciudad como núcleo agrupado en torno a una estructura propia de las sociedades tributario-mercantiles.
Con esto quiero decir, que el desarrollo de este sistema agrario daría lugar a un importante excedente que podría haber sido usado en los intercambios con otras zonas.
Volviendo al trazado final de la acequia de la ciudad; en la arqueta partidor existente en la Plaza Pedro de Mendoza, se produce una nueva división de sus aguas. Una parte de ésta, es desviada hacia el oeste para irrigar el hoy conocido como Barrio de San Miguel, extramuros de la ciudad, conde se encuentran la Huerta Milla, Huerta de Santo Domingo, Huertas Bajas o Huertas de los Lao…
La otra parte se adentra en el recinto amurallado a través de al calle Amezcua.
Las características constructivas de la conducción en este tramo puede observarse en la fotografía siguiente, donde podemos apreciar solera de piedra, muros de fábrica de ladrillo macizo y bóveda de cañón elaborada igualmente con ladrillo macizo con una altura de 70 centímetros de ancho y 40 centímetros de ancho.
Una vez dentro del recinto amurallado de la ciudad medieval, la conducción de la acequia de la ciudad se ramifica en tres ocasiones a través de tres nuevos partidores que se situaban en la Calle Ibañez, en la Plaza del Álamo y en la Plaza del Conde Duque, fertilizando la parte oeste del recinto amurallado.
Examinando el trazado descrito en la planimetría correspondiente, he obtenido una serie de ideas o conclusiones que a continuación expongo:
a) En primer lugar, cabe decir que se contaba con una estructura agraria compleja y organizada, con una importante red de acequias que fertilizaban el Valle del Río Guadix, que llegan a los terrenos colindantes, e incluso al recinto amurallado, llegando a penetrar en el interior de la ciudad medieval.
b) En segundo lugar, podemos decir, que si dividimos el recinto amurallado en dos mitades a través de la Calle Concepción (antiguo cardus romano); observamos como la mitad oeste cuenta con una red de riego completa, mientras que la mietad Este carece por completo d red de riegos, lo que nos hace aventurar una ocupación poblacional en la zona definida por la alcazaba, Concepción, Catedral, Plaza de las Palomas y Calle Ancha. Sin embargo, en la mitad oeste, definida por la calle de la Concepción y San Miguel, esta secuencia de ocupación debió de ser posterior o al menos más dispersa mezclando zonas de cultivo con zonas habitadas.
c) Por último, diremos que el recinto de la alcazaba se encuentra en el punto más alto de la ciudad amurallada y éste a su vez se encuentra a unos 8 metros más alto que la acequia de la ciudad, por lo que debería existir algún sistema de elevación que debería ubicarse sobre el trazado de la calle Amezcua
4. REDES DE DISTRIBUCIÓN DE AGUA A FUENTES PÚBLICAS.
4.1 INTRODUCCIÓN
Del mismo modo que las zonas de cultivo tuvieron una necesidad de agua, solucionada a partir de la instauración de un sistema de acequias; el entramado urbano mostraría asimismo esa carencia de agua.
Y es que a lo largo de la historia, el abastecimiento de agua a las ciudades ha sido un tema primordial, siendo además una infraestructura básica éstas, realizándose bien a través de pozos perforados en el interior de las viviendas, o bien a través de fuentes o caños públicos distribuidos en la trama de la ciudad.
La ciudad de Guadix, tal y como hemos dicho, tendrá que solucionar ese problema de abastecimiento de agua, y el sistema utilizado para ello es la instauración de un sistema de galerías o qanats que llevaban el agua a las fuentes públicas o caños.
El sistema de qanats o galerías consiste en captar agua de un acuífero y gracias a una galería con poca pendiente, drenar el agua hacia el exterior.
Las galerías están conectadas al exterior a partir de pozos que permitían evacuar materiales durante su creación, así como ventilar la galería una vez construida.
En el caso concreto de la ciudad de Guadix, el agua es captada de los manantiales próximos a la Ermita Nueva, y desde allí se distribuye por todo el recinto amurallado, y sus alrededores.
4.2 GALERÍAS
4.2.1 SECCIONES TIPO Y TRAZADO
En la ciudad de Guadix, se rastrean hasta cinco canalizaciones diferentes, si bien nuestro estudio se centrará en la que hemos denominado Galería número 1, caño de Santiago, por entender que es la que condiciona el desarrollo de la ciudad medieval, al ser la única que penetra en el interior del recinto amurallado.
Las cinco canalizaciones aludidas y recogidas en la planimetría correspondiente son:
 Galería número 1 Caño de Santiago, Hospital…
 Galería número 2 Convento de Santiago
 Galería número 3 Caño de Santa Ana
 Galería número 4 Caño de San Antón
 Galería número 5 Caño de San Miguel
Como hemos dicho, nuestro estudio se centra en la Galería número 1, que abastece y distribuye las fuentes y caños del interior del recinto amurallado.
Las secciones tipo de esta galería están recogidas en el plano correspondiente y referenciadas como Alzados 1, 2, 3, 4, y 5.
Si bien de una manera general queremos reseñar que la distribución de las fuentes públicas en la ciudad de Guadix, presenta una ordenación muy clara con dos de ellas situadas fuera del espacio amurallado: Caño de Santa Ana y Caño de San Antón.
El primero, es para abastecimiento del arrabal del mismo nombre; y el segundo, a caballo entre la ciudad y el arrabal de Paulenca.
Otras tres fuentes se adosan prácticamente a la muralla, cubriendo los flancos Norte, Este y Oeste, y próximas a las puertas de acceso.
Así, tenemos al Norte el caño de la Serena, junto a la Bib-Baza; al Este el Caño de Satiago, junto a la Bib-Rambla; y al Oeste el caño de San Miguel (hoy desaparecido), entre las Bib-Paulenca y la Bib-Granada.
Por último, la red interior de la ciudad, que abastece a la mitad Este del recinto amurallado, es decir a la mitad contraria que irrigaba la acequia de la ciudad; confirmando o cuando menos potenciando que el espacio situado al Este del recinto medieval debió de tener una ocupación residencial más temprana, mientras que la mitad oeste que contenía terrenos explotados agricolamente, debió ocuparse posteriormente.
Las características constructivas de la Galería número 1 son muy similares en todo su trazado, variando mínimamente sus dimensiones, (como puede apreciarse en las secciones o alzados contenidos en la planimetría) y estando constituidos en sus paredes laterales por muros realizados con cajones de tapial, posiblemente de cal y canto, y cobertura de bóveda de cañón continua, ejecutada con rosca de ladrillo tomada con mortero de cal.
El pavimento está realizado con losas de arcilla cocida, dejando en el centro un canal de dimensiones 15 centímetros x 8 centímetros, también de arcilla cocida por la que circula el agua; siendo interumpida periodicamente por la colocación de un recipiente similar a una orza, igualmente de arcilla cocida, ando continuidad a la canalización por rebosamiento de la misma y haciendo las veces estas orzas de decatadores de partículas en suspensión (arenas o limazos)
El trazado de esta galería número 1, tiene su origen extramuros de la ciudad, con varios radiales de captación situados en la Calle Fuente Mejías, Placeta de los Ocones y Carrera de las Cruces, confluyendo todas en la Cañada de los Perales, a una profundidad de 5 metros aproximadamente bajo la rasante actual de la calle.
En este punto de Cañada de los Perales se produjo un hundimiento de la galería a principios de los 70, lo que hizo que se cortara la continuidad de la misma, impidiendo el paso del agua, por lo que los caños dejaron de ser operativos, y haciendo además que la galería, aguas arriba de este punto, esté inundada al no poder circular libremente el agua de las captaciones.
Continúa el trazado subterráneo de la galería bordeando la muralla hasta la derivación al Caño de Santiago, existiendo en este tramo varias chimeneas de ventilación de altura variable, oscilando entre 9 y 10 metros; siendo de ladrillo macizo y con oquedades o mechinales que facilitan su acceso y escalada.
La Galería penetraba en el recinto amurallado por donde debía estar ubicada la Bib-Rambla, si bien en trazado subterráneo, a unos 10 metros por debajo de la rasante actual. Inmediatamente de traspasar la muralla, se encuentra otra chimenea de ventilación; y sobre la galería una arqueta partido de piedra, donde se produce una ramificación del trazado con dos brazos.
Uno de esos brazos, el que nace a la derecha de la arqueta en el sentido del avance del agua, nos conducirá a través de la Calle Barradas hasta el actual convento de la Concepción; hoy convento de clausura, pero posiblemente albergara anteriormente unos baños.
Al llegar al convento se acaba la galería, si bien y siguiendo el trazado de la Calle Concepción, continúa en conducción de atanores llevando el agua hasta las proximidades de la Catedral (anteriormente mezquita), hasta un caño público hoy desaparecido, pero que se situaba frente a la actual puerta de Santiago, donde se situaba también el acceso a la mezquita.
Volviendo a la arqueta partidor de piedra a la que antes nos referíamos, el otro ramal continúa por la Calle Santisteban hasta una pequeña habitación de reducidas dimensiones, que se corresponde con el alzado 3 de la planimetría, y donde se produce un cambio de dirección para pasar a la Calle Abentofail.
Aquí, nuevamente se ramifica con un brazo que se dirige hacia el antiguo hospital Real, y que no puede ser medido ni referenciado porque un muro de ejecución posterior a la galería impedía el paso. Otro brazo alimenta el Caño del Hospital y nuevamente a partir de aquí la galería vuelve a pasar a conducción de atanores para llevar el agua a través de la Plaza de las Palomas hasta la Bib-Baza, donde se encontraba el Caño de la Serena.
Mención aparte merece una ramificación de la galería que deriva de una toma aproximadamente un metro antes de la arqueta partidor de piedra y que en paralelo al brazo que abastecía los baños del convento de la concepción, se dirige al pozo aljibe del Seminario, dándose la circunstancia de que esta galería está simplemente excavada en la tierra, sin revestir y con arcos de ladrillo cada cierta distancia a modo de entibamientos. Debió de ser posterior posiblemente a la galería original.
Como podemos ver en la planimetría adjunta, si comparamos la red de acequias con la red de fuentes públicas en el interior del recinto amurallado, éstos no se superponen en ningún momento, estando claramente diferenciadas dos mitades por la calle de la Concepción: A la derecha bajando dicha calle, es decir, al Este, la red de fuente públicas; y a la izquierda, osea, al oeste, la red de riego de al acequia de la ciudad.
Esto parece evidenciar dos secuencias de ocupación diferentes en ambas zonas en la ciudad medieval, pues la mitad izquierda estaría dedicada en un primer momento al menos a la actividad agrícola a partir de villaes, mientras que en la parte derecha es donde se produciría el importante desarrollo urbano.
No obstante, esta hipótesis deberá de confirmarse con futura investigaciones y excavaciones.
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FRANCOVICH, Riccardo y HODGES, Richard. Villa to Village
MALPICA CUELLO, Antonio. La ciudad medieval de Guadix a la luz de la arqueología. Reflexiones a partir de la intervención arqueológica en su muralla y el Torreón del Ferro.
MALPICA CUELLO, Antonio; BARCELÓ, Miquel y DELAIGUE, Marie Christie. El agua en la agricultura de Al-Andalus.
MALPICA CUELLO, Antonio. Técnicas constructivas en el reino nazarí.
PUERTA TORRALBO, Dolores; BURGOS JUAREZ, Antonio; ALVAREZ, Jose Javier y CARVAJAL, Jose Cristobal. Informa preliminar de la II Fase de la intervención arqueológia en la Plaza de las Palomas de Guadix.
PUERTA TORRALBO, Dolores; BURGOS JUAREA, Antonio; PEREZ BAREAS, Cristobal y LIZCANO PRESTEL, Rafael. Informe preliminar sobre la actuación arqueológica de urgencia realizada en el solar situado entre el callejón de la Tahona y el Paseo de la Catedral.
RAYA PRAENA, Inmaculada; BURGOS JUAREZ, Antonio; LIZCANO PRESTEL, Rafael; PEREZ BAREAS, Cristobal Y FERNANDEZ-ARAGÓN SANCHEZ, Ignacio. Carta arqueológica.
RODRIGUEZ MOLINA, Jose. Regadío Medieval andaluz orologi replica
TRILLO SANJOSÉ, Carmen. Agua, tierra y hombres en Al-Andalus. La dimensión agrícola del mundo nazarí.
TRILLO SANJOSÉ, Carmen. Asentamientos rurales y territorio en el Mediterraneo Medieval.
La fortaleza medieval, realidad y símbolo. XV Asamblea general de la sociedad española de estudios medievales.
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Comentarios
Comentario realizado por
Saladino.
11/12/06 3:42h
Comentario realizado por
areval.
12/12/06 15:54h
3
Me parece muy bien el artículo...Uno de los autores es mi hermano, y por definición, está bien
Me parece bien
Me parece muy bien el artículo...Uno de los autores es mi hermano, y por definición, está bien
Comentario realizado por
Faraona.
17/12/06 15:36h
4
¡A ver si cuidamos un poco el tono de los comentarios, que no estamos en Salsa Rosa¡ ¡Qué nivel, mon Dieu¡
Muy buen artículo.
¡A ver si cuidamos un poco el tono de los comentarios, que no estamos en Salsa Rosa¡ ¡Qué nivel, mon Dieu¡
Comentario realizado por
Roger de Flor.
18/12/06 4:27h
5 No hay forma de comprender algunos parrafos. Falta importante bibliografia y un buen contexto histórico. Hay errores en los planteamientos y las conclusiones no son muy adecuadas.
Comentario realizado por
luis.
18/12/06 10:26h
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Andrés.
18/12/06 10:56h
7
Se cuelga un trabajo de curso en el sitio y pasa lo que pasa. No está ni corregido. La culpa: del profesor/a que no le hizo revisarlo y volver a presentarlo. En carreras serias (y no cito cuáles para no avivar el complejo de inferioridad de los arqueólogos) a los alumnos se les devuelvan proyectos rutinariamente. Mientras esto no ocurra entre historiadores y arqueólogos, siempre llevarán el sanbenito de profesionales de segunda.
Es lo que hay
Se cuelga un trabajo de curso en el sitio y pasa lo que pasa. No está ni corregido. La culpa: del profesor/a que no le hizo revisarlo y volver a presentarlo. En carreras serias (y no cito cuáles para no avivar el complejo de inferioridad de los arqueólogos) a los alumnos se les devuelvan proyectos rutinariamente. Mientras esto no ocurra entre historiadores y arqueólogos, siempre llevarán el sanbenito de profesionales de segunda.
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mudhir.
20/1/07 13:27h
9
claro que yo pienso muxo y soy muy inteligente osea perdon no porque yo soy muy inteligente y lo soy porque sali a mi mama no tu saves pss claro que no soy tam inteligenyte ppero los quiero muxo......jejeeejeee.
la s
claro que yo pienso muxo y soy muy inteligente osea perdon no porque yo soy muy inteligente y lo soy porque sali a mi mama no tu saves pss claro que no soy tam inteligenyte ppero los quiero muxo......jejeeejeee.
Comentario realizado por
jahayra.
18/4/07 21:07h
10
Estimado mudhir, me parece de muy mal gusto tu comentario, a pesar de estar acostumbrada a este tipo de comentarios. No se cual serán tus estudios, me imagino que económicas o empresariales, será quizá, medicina??Lo cierto es que no me importa, solo decirte que HISTORIA ES UNA CARRERA MUY SERIA, y es muy triste que alguien se una carrera seria como tú y von ese nivel de cultura y conocimientos sigas despreciándonos de esa forma tan vulgar.
Pero qué Triste!!!
Estimado mudhir, me parece de muy mal gusto tu comentario, a pesar de estar acostumbrada a este tipo de comentarios. No se cual serán tus estudios, me imagino que económicas o empresariales, será quizá, medicina??Lo cierto es que no me importa, solo decirte que HISTORIA ES UNA CARRERA MUY SERIA, y es muy triste que alguien se una carrera seria como tú y von ese nivel de cultura y conocimientos sigas despreciándonos de esa forma tan vulgar.
Comentario realizado por
Mar.
6/6/07 21:16h
Comentario realizado por
Mar.
6/6/07 21:17h
12
Hola, la carrera de Historia es una de las menos serias que he visto en mi vida. Soy historiador, y lo digo por experiencia. Nuestra carrera es un verdadero cachondeo y cada año va a peor, tanto en la calidad de enseñanza (bastante nulo, sobre todo cuando son de oposiciones dactilares) como la calidad del ganado que sale cada año que no sabe ni lo único que enseñan en las carreras de humanidades: donde están, por lo menos, los libros.
Historia no es seria...
Hola, la carrera de Historia es una de las menos serias que he visto en mi vida. Soy historiador, y lo digo por experiencia. Nuestra carrera es un verdadero cachondeo y cada año va a peor, tanto en la calidad de enseñanza (bastante nulo, sobre todo cuando son de oposiciones dactilares) como la calidad del ganado que sale cada año que no sabe ni lo único que enseñan en las carreras de humanidades: donde están, por lo menos, los libros.
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Pako.
1/8/07 19:28h
13
Vamos a calmarnos esto es algo muy serio y la autora deberia ser mas inteligente pues no debería menospreciar carreras como económicas, empresariales o medicina, si copias y encima mal no es problema de los demás.... anda... que vas apañada!!!
vamos a ver...
Vamos a calmarnos esto es algo muy serio y la autora deberia ser mas inteligente pues no debería menospreciar carreras como económicas, empresariales o medicina, si copias y encima mal no es problema de los demás.... anda... que vas apañada!!!
Comentario realizado por
federico.
22/9/07 5:50h
14
respecto al comentario anterior restifico pues no se si el comentario lo ha enviado la autora (aunque sería lo normal) de todos modos el trabajo no está del todo mal aunque a años luz de otros que he tenido la oportunidad de leer. Insisto!! dejemos las carreras tranquilas que todas son....... importantes!.
restifico
respecto al comentario anterior restifico pues no se si el comentario lo ha enviado la autora (aunque sería lo normal) de todos modos el trabajo no está del todo mal aunque a años luz de otros que he tenido la oportunidad de leer. Insisto!! dejemos las carreras tranquilas que todas son....... importantes!.
Comentario realizado por
federico.
22/9/07 6:04h
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